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Acto uno: "Despertar"
Veo a mi lado, niebla y más niebla, prefiero no pensar en donde estoy por el momento, me paro y noto que tengo heridas.
-Quizás que mierda me dieron a beber
Me pregunte
Noto que tampoco esta mi billetera y con ello tampoco mi dinero, pienso:
-El ingenio es lo único que me queda, eso y mi ropa.
Veo pasar un par de niños a lo que no hago nada más que preguntarles:
-Hey chicos donde estoy???
-...
-Hey ustedes no hablan o que?
A lo que acto seguido se dieron a la fuga.
-Creo que pensaron que les iba a hacer daño.
Pasa el tiempo y la niebla se dispersa un poco, mis heridas siguen ahí eso si y varias de ellas empeoran, mi memoria no recuerda nada de lo que se me hizo.
La pregunta frecuente es a responderme que bebí y quien me hizo esto, pero mas me gustaría saber donde estoy... por lo menos se quien soy.
Trato de buscar en los recovecos más obscuros de mi memoria pero no resulta, tengo claro que desperté en algún lugar, que estoy herido y que anoche algo se cometió en mi contra.

Acto dos: "Plan"
Buscar un lugar donde poder limpiarme seria algo bastante adecuado en este punto, pero creo que estoy perdido en algo así como un bosque o una pradera.
-No creo que estar ni siquiera cerca de casa.
Pensé en ese instante, lo raro esta en que no recuerdo nada de algún viaje.
-Ni siquiera recuerdo que tanto hice anoche.
Lo peor es que al fallar tanto mi memoria, empiezo a creer en que estoy pasando por un algún pasaje de demencia, o quizás peor aun, soy un ente vegetal en algún hospital.
-No eso solo pasa en las películas
Mi plan de vida sigue asi:
-Buscar algun lugar donde limpiarme
-Investigar el por que termino aquí
creo que comer seria bueno también...

Lo que aun me mantiene en un estado de extrema confusión es la reacción de aquellos niños...

Acto tres: "Asilo"
Mi memoria en este momento es algo de lo que no me debo fiar, tampoco de los niños, especialmente si se asustan de mí, o de mi apariencia.
-Quizás sea mejor después de limpiar la sangre de mi cuerpo.
Con el transcurso de las horas, creo llegar algo asi como un pequeño pueblo.
-Estará bien para comer y limpiarme.
Me digo a mis adentros.
Pero mi memoria y lo poco y nada que me ayuda me hace recordar sobre mi falta de dinero...
la decisión es simple deberé robar para comer.
-No, sinceramente no creo tener el temple para hacerlo.
Plan dos:
Pedir limosna, al menos es mas digno...
Logro juntar unas pocas monedas con las cuales puedo comprar algo asi como un pan, generalmente no soy un fanático del pan, pero ahora es necesario que lo haga.
Y realmente el pan no me hizo para nada mal, lo que me afecto fue la cara de espanto de los panaderos... y por más que mi memoria busca y busca no funciona y el hecho de que la gente me mire con pánico ya no me gusta.

La noche se acerca y el asilo de la iglesia es mi única opción, por lo menos dios nunca me dará la espalda.
-Bienvenido a la c..C..... C...asa de. dee..l señor...
-Que os ha ocurrido hijo mío...

-Lo mismo me he preguntado todo este dia...
le respondí.

Acto cuatro: “Angustia”

-Da igual, hijo mío, eres bienvenido aquí en la casa del señor.
Me dijo.
-Gracias padre.
A lo que me hizo pasar, me invito a tomar un té con el, a lo que en vano intento recurrir a mi, malograda, memoria.
-No padre, es en serio, Con suerte se mi nombre.
A lo que me respondió
-No importa, por ahora eso es un accesorio, por ahora ocupémonos de tus heridas, ve al cuarto de baño y limpiad la sangre de tu piel.
Sin dudarlo dos veces me encamine hacia el baño y al llegar y tener la posibilidad de ver mi demacrada cara es cuando odio mas mi frágil y deteriorada mente.

-Eh, Hijo mío, aquí te he dejado una camisa y un pantalón de la caridad de nuestra comunidad, para que no uses esos harapos, y puedes usar la litera que hasta al lado de mi oficina para dormir.

Solo me quedo dale las gracias.

La mañana siguiente, no fue en realidad para nada algo mejor, los dolores continúan y mi memoria aun no funciona.
-Gracias padre por su hospitalidad, ahora quiero volver a mi hogar.
-Bienvenido seas cuando quieras en la casa del seño, hijo mío.
-Que el este contigo.
-Y con usted, Padre.

En el camino, ya con menos miradas raras sobre mi, intente una serie de juegos intelectuales que solo lograron darme una jaqueca.
-Por ahora creo que no vale la pena.
Me dije.
Los niños juegan, y siguen temiendo de mi persona, eso crea una angustia horrible en mí ser.
-Lo peor que puede pasar ahora es que comience a desconfiar de mi mismo.
Pensé
Lo peor es que tristemente me ocurre.

Acto cinco: “Teorías”

Una vieja teoría que hice con un viejo amigo:"La luz y el amor siempre nos dan seguridad".
En verdad el día esta iluminadísimo y no siento seguridad, y por cierto, el amor no me ronda, es cosa de ver a los niños y las caras de la gente.
-Quizás es paranoia. Pensé
Lo que mas miedo quizás me dio fue la reacción del padre al verme llegar totalmente demacrado a su iglesia, quizás pensó que era alguna rara clase de monstruo.
-Si, pienso que es paranoia. Redunde.
La paranoia y la angustia conviven en mi alma, lo peor es que se produce por una cosa tan cierta, que es saber que convivo en una sociedad en la que todos me miran raro y que para peor no puedo recordar que paso esa noche.
-Odiar mi memoria no sirve de nada.

Durante estos pocos pero largos días me he dado cuenta que el odio no sirve de nada, solo provoca mas angustia en mi, ya que la gente tiene una suerte de cuasi odio hacia mi... y lo que solo provoca mas angustia.. gu..

De pronto me fui a negro...


Acto seis: “Creer”

Ciertamente perdí el conocimiento, el sol ya no esta, pero estoy en el mismo punto donde cai.
-Si es que... cai.
Quizás mi paranoia me esta llevando a niveles de desconciertos tan grandes...
realmente no se en que creer, en lo único que creo es en que debo y es mi responsabilidad saber que fue lo que paso, por que estoy con heridas.
-El de por que mi memoria ya no es el ente confiable que solía ser.

Pero mayormente el de por que la gente me mira con extrañeza...

Acto siete: “Introducción”

Creo que antes de todo lo que sucedió.
-Sea lo que sea que haya acontecido.
Era un ser respetable, no tenia un familia, pero tenia un trabajo, no tenia una gran mansión, pero si tenia un departamento de un solo ambiente.
-Ciertamente era un tipo de bien.
De la noche anterior solo recuerdo que salí, como siempre, todos los días viernes, me predispuse a salir con mis compañeros de mi, no muy bien remunerado, empleo.
-Entre trago y trago quizás recibí algo.
Una de mis teorías más certeras.
Pero prefiero no confiar en mi memoria, sinceramente prefiero no confiar en nadie...

-Pero ser un ermitaño no me ayuda en nada, en este momento.
Pensé

Acto ocho: “Silencio”

La noche, si en verdad fue una de las peores en mi vida, ya estaba bastante alejado del pueblo donde pase la noche anterior y tampoco estaba realmente cerca de otro pueblo.
-Lo mas penoso, es que en verdad no se a cuanto estoy de mi hogar.
Pensé.
Lo que si he aprendido durante estos, alterados por no dar otro nombre, días, es a vivir de la caridad de la tierra, he descubierto que muchos de los frutos de los árboles mas raros son comestibles y que incluso muchas de las flores son deliciosas al momento de estar pasando hambre.

Al llegar algo asi como el medio día, en un hermoso día soleado, llego a un apacible pueblo, de esos que en cada esquina tiene una historia que contar, y decido ejercer mi actual ocupación, la de mendigo.
-Disculpe señorita, lo que sea para este mal aventurado...
Dije.

-Tome, y váyase, váyase de aquí por favor...
Me dijo con un serio dejo a rabia en mi contra.

Yo solo tuve que aceptar sus monedas e irme, por ahora la angustia es mi mejor compañera, la soledad y el silencio mis amigas.

El pueblo sigue siendo apacible, su iglesia es muy pequeña, pero prefiero abandonar el lugar al atardecer.

-eh eh eh... que hago en esa... ¿que hago yo en un retrato?

Acto nueve: “Agresividad”

Las iglesias generalmente tienen una suerte de “diario mural”, donde ,generalmente, se pueden pegar afiches de las más vistosas cosas, desde ventas de bicicletas hasta las horas en el que el doctor de la ciudad atiende, pero hoy y justo en este pueblo.
-Aparezco yo en este retrato.
Pensé.
Decidí llevármelo para analizarlo...
Decía:



SE BUSCA:
El sujeto del retrato sufre de
severos ataques de esquizofrenia
en un raro tipo que lo hace ser agresivo
se pide mediar precauciones y
por su bien responder a todas sus
solicitudes.

-He sido desde jardinero hasta cocinero... pero nunca esquizofrénico.
Pensé.

Acto diez: “Revelación #1”

Esquizofrénico, es una gran “responsabilidad” ese “honorario” titulo, no mucha gente recibe de la nada el titulo de esquizofrénico, hay que tener meritos y no es mucha la gente que los tiene... y yo no me considero dentro de ellos. La respuesta al repudio de la gente esta en los afiches que alegan que soy un ser “esquizofrénico”...
-Eso resuelve una parte de todo... el repudio.
Pero las heridas, la sangre y lo más importante el que yo este perdido en algun lugar del mundo, aun no están claros...
Rectifico... El porque mi memoria no sirve, es lo mas importante, el saber donde esta mi hogar no es una prioridad.

Acto once: “Mantra”

Decidí, con revelación mediante, salir del pueblo, el apacible pueblo en el que estaba, solo por el hecho de que tengo un retrato en mi mano, que dice que sufro de una rara enfermedad que me hace ser agresivo, ahora si a esto le sumamos mi falta de memoria y mi incipiente paranoia, a ratos me vuelvo un androide controlado por mi angustia.
- No debo dejarme llevar por mi angustia...
Repetí durante mucha parte del camino.
-No debo... No debo... No debo... No debo...
La angustia se toma mi alma... y mi mente...
-No debo.... No debo... No debo...
Comencé a gritarlo.
-¡NO DEBO!
Es lo ultimo que recuerdo, desperté unas horas después, tirado en el suelo como si hubiera estado borracho, ya era de noche, y mi memoria de nuevo me negaba el momento en el que antes mis gritos cai...
-No debo...

Acto doce: “No estar aquí”

Gracias al efecto de mi aparente “desmayo”, tengo un par de heridas en los brazos y una leve contusión en la cabeza, producto de la caída, ante esto decido descansar aunque, a mi pesar, estoy lejos de el próximo pueblo y a la vez del anterior pueblo, lo que es comúnmente llamado estar en medio de la nada, prefiero dormir en el suelo.
Al día siguiente decido tratar de volver a mi pueblo y encontrar el por que de todo esto, de una vez por todas.
-Llegar aquí fue lo fácil, ahora viene la parte difícil.
El camino a casa podría ser mas menos difícil, si no fuera por la parte de que estoy totalmente perdido y que en mucho tiempo no he visto algo que sea una urbe, si no solamente puebluchos, como los de los cuentos.
Mi ciudad no es una gran urbe como la que se ven en las revistas o en las postales, pero si puede cometer crímenes como el que creo se esta cometiendo en mi contra.
-Lo peor es que creo que soy el afectado...
Pensé.

Acto trece: “Pasar”

El camino a casa, se vuelve mas tedioso, mi única entretención y si es que a eso le puedo llamar entretención es tratar de buscar dentro de mi deteriorada memoria alguna pista para resolver el rompecabezas en que se ha transformado mi vida. Al pasar por algun pueblo prefiero no detenerme ante las caras de los niños y de las personas en general ya que solo me hacen volver a mi estado de angustia total. El hambre ya se ha vuelto una cosa totalmente inherente e casi sin importancia.
-Eventualmente podría mendigar.
Me dije.
Al caminar por algunos de los senderos que ya había visitado anteriormente encontré restos de mi pasar.
-Es como si hubiera pasado hace unos minutos por aquí.
Tal como mi memoria la noción del tiempo me ha fallado, pero han pasado al menos un par de noches desde que estuve en este punto.
-Tal vez no debe ser un lugar muy transitado.

-Tal vez en mis desmayos nunca caí....
Pensé.

Acto catorce: “Disciplina”

La importancia de encontrar la forma de recuperar mi memoria, en este punto, es una cosa que puede resultar imprescindible para la continuación normal de mi vida, ya que aunque repita todo el día el que he llamado mi mantra personal, eso no va ayudarme, sigo volviéndome un ser hijo de la paranoia y he tenido que buscar mayores formas de distracción al punto en que he empezado a auto agredirme y buscar en el dolor alguna manera de solucionar la falta de calma que estoy sufriendo, llamándolo casi una forma de auto castigo.
-No debo dejarme llevar por mi angustia.
Cosa que dije después de abofetearme.

Acto quince: “Ganador”

Llevo, creo, una buena parte de camino recorrido y creo férreamente que ya estoy cerca de mi ciudad, también creo que estar mas tranquilo de como lo he estado los anteriores días.
-Creo estar a menos de un día de camino a la ciudad.
Pensé.

A ratos pensé en empezar a correr para hacer el camino algo mas rápido, pero es cuando la falta de comida me comienza a afectar, quizás también son las reiteradas bofetadas que me he dado, pero no en ningún caso es la angustia.
-Me rió en la cara de los que están viviendo bajo los efectos de la desesperación, por que es simplemente mental.
Me sentí un ganador.

-Si la desesperación, no me puede vencer, quiere decir que ni el frió y el hambre lo pueden hacer, todo es mental al igual que el dolor, y puedo demostrarlo.
En lo inmediato procedí a golpearme brutalmente...

-Ves, no me puedes vencer.
Como hablándole al aire, pero con la convicción de que vencí a la razón.

Acto dieciséis: “Mental”

-El dolor es mental.
Me dije, a pesar de las heridas que llevaba.
Repetir frases constantemente como eran todas estas, me hacen sentirme mas seguro y al menos me hacen darme la entereza para poder seguir en mi camino, a la nada, por que tristemente estoy perdido y como todo este tiempo, mi memoria no me ayuda mucho, pero ya nada importa...
-No me deben importar los asuntos mentales.

Acto diecisiete: “Debilidad”

En el camino a casa logre recordar un asunto anterior a mi despertar de hace algunos días, pero tristemente es un asunto sin mayor relevancia, no creo que sea del interés de mi mente, el saber que unas horas antes de caer a negro, había presenciado una pelea entre un par de vagabundos, mientras seguía caminando, a lo que me llevo a encontrarme con los mismos niños que había visto un par de días antes y lo único que hice fue sentarme a verlos.
-Mira, es el señor que nos quería matar.
Grito uno de ellos.
-Corre y busquemos a papá.
Respondió el otro.
A lo que acto seguido, empecé a escapar, como todos los débiles, aunque yo sea el hombre que le gano a la razón, ante la fuerza bruta, no soy nada, ni nadie.

-Escape co... co co... co..m.o.. lo..s...d.d.d..d..debil..es...
-Deddeddddebbbbo Nnno s . . se. r De..bil.

-¿Donde estoy?
Pregunte, mas asustado de lo normal.

Acto dieciocho: “Revelación #2”

-Esta en la clínica mental de Villa Blanca...
Me respondieron ante mi susto.
-Y que hago aquí?

-Usted espera recuperarse, para seguir con su juicio, ahora no lo recuerda pero usted cometió uno de los más grandes crímenes, que han ocurrido dentro de nuestros tiempos.

-Yo no cometí nada, el mundo fingió que yo era un esquizofrénico.

-El mundo no fingió nada y si, usted mato a 2 de sus compañeros de trabajo, otros dos lo golpearon y usted escapo, después de eso, mato a 3 niños que jugaban en un prado y lo mas terrible es que mato a un cura en su propia iglesia.

-En tres meses usted empezara el juicio que lo llevara al mismo destino de sus victimas... lo peor es que se lo tengo que repetir siempre.

-No debo ser victima de mi angustia...
-No debo...
-No debo creerle a usted, usted miente

-Pues no me crea... en sus pies tiene los recortes, como siempre.

Asesino en serie cae tras intento de homicidio a un menor de edad.

-...

Texto agregado el 02-06-2005, y leído por 80 visitantes. (0 votos)


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