De pronto vi como el hombre entró en mi apartamento a gritos, destrozando todo, con el arma en la mano y luego vaciar el cargador con tiros con y sin destino.
Sin más, el silencio.
Entonces apareció ella, radiante, inmaculada, y vi como comenzó a dirigirse hacia mí, fría, insensible. En sus ojos se podía leer la clara convicción de terminar. Venía de prisa, como retrasada, tal vez para ir de viaje... tal vez para morir. La observe fijo, desafiante, tratando de arropar de coraje el terror que contra mis pronósticos comenzaba a expandirse como la luz por todo mi ser.
Posiblemente, siempre supe que esto iba a acabar así, en sueños, o pesadillas, me había entrenado para asumir este momento como un hombre que vivió conforme a sus convicciones, cobro los beneficios y pago sus cuentas, y ahora le tocaba pagar aquella hace varios romances vencida, vencido, seguramente la más dolorosa de todas.
Mientras, ella seguía acercándose, me miraba y me parpadeaba con fugaces reflejos plateados, como coqueteando, o tal vez simplemente burlándose de la evidente fragilidad que contradecía mi enorme existencia, y se me venía encima a paso fijo disfrazando de indeferencia sus mortales intenciones.
Por un momento pensé en soslayarla, pero ¡no!, un hombre como yo nunca se habría permitido tal agravio, jamás se habría perdonado tal bajeza, las cosas estaban así y había que enfrentarlas. Ya me lo habían dicho en múltiples ocasiones: “No te involucres con una mujer comprometida”, no obstante siempre la carne pudo más, las ganas pudieron más, la vida pudo más, y ahora tras ella, un hombre traicionado, enloquecido, me veía con sus ojos desorbitados y esperaba ansioso.
Por fin, ya frente a frente, fruncí el ceño y la golpee con mi mirada especial, ésa practicada por horas y horas frente al espejo, aquélla con la que había convencido a tantas. Sin embargo, ella no la vio, o simplemente no quiso ver, quizás para no dudar y, con un convencimiento ciego, se introdujo en mi frente, salió por mi nuca y se fue, con la misma prisa, a ese viaje que le tenía retrasada. |