Y cerramos la puerta de aquel cuarto
Ese día que habíamos deseado tanto
La noche brumosa y compañera fiel
Enmarcaba deliciosa, el aroma de tu piel
En la penumbra del cuarto del placer
Tu exquisita figura de increíble mujer
Se multiplicaba en los tímidos reflejos
Que provocaban los múltiples espejos
Y desataste tu huracán mas que furioso
En búsqueda total del excelso gozo
Y llevaste por caminos insospechados
A este tu más humilde y fiel enamorado
Me sorprendió la manera en que me amaste
Y el placer que tanto me prodigaste
Y la forma en que nos conjugamos
Que hasta los cristales empañamos
Pero mas te aseguro me sorprende
La alegría profunda que me provocas
Y eres en mi pobre y triste vida loca
Un puente que a la felicidad se extiende
Texto agregado el 01-06-2005, y leído por 211
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