En el silencio de tu mirada
Flotan sueños de una noche estrellada
En tus manos caminos sobre llevados
Tu ser tiene la fuerza que procrea otro amanecer
Sencilla y libre de doctrina nunca te entregas a la rutina
¿Serás mi más sincera amiga?
Una lagrima de risa, una mitigante delicia
El grito urbano que vive en tu piel
Flor de un mundo ajeno, prolijo y eterno
Eres venerada por las luces sin fulgor
Dejando mi voz segada a tu calor
Esquivando tu sombra de mí espejo recojo mi rencor
Tratando de evitarla, de no nombrarla, pero no hacerlo seria mi error
Me envuelvo en tu recuerdo
Para dar calidez a mi invierno
Y después como un dibujo en la arena te vas desvaneciendo
solo quedaras como un culpable remordimiento.