Despojé mis ropas y derramó el río
tus manos buscaban la hendidura del deseo
ahí donde todo se pierde,
donde todo se olvida
y te disipas en la nada.
Abrí el capullo en la noche ajena
destilaron los aromas
incisivo deshojaste los pétalos.
Aún florecía el otoño
y me hiciste tuya con la marea rota.
La luna angular envolvía el barro
brotaron alas cuando me perdí un poco
bajaste la cuesta por las calles claras
disipaste las cadenas del naufragio
en el conjuro que guardo entre los muslos.
Busco las cenizas de tu nombre
bordado de musgo en las sábanas blancas.
Se han deshilado los días de trigo
en el estrecho tiempo de la orilla.
Ávida de tu boca en la cepa de mi carne
incierto cierras los surcos de tus ojos
eres de humo, eres de cal entre mis dedos.
En el suspiro del sereno
me has amado tantas veces
y te has quedado con mi piel
para delinear el contorno de la noche
cuando me santiguo en el refugio de la aurora.
He perdido las líneas de mis manos
que buscan en las sombras
el péndulo de tus sentidos
para quedarme en el filo del vacío.
Algo se borra en la tarde abril
el tiempo reposa en el reloj
sus manecillas son alas a la espera
las horas pasan, me debato en el lecho
y abro mi desnudez para la hora de tu arribo.
Quiero ser volátil para anidar en ti
añoro la fuerza de tus olas.
Tengo apetito de la entrega
busco adherirme a tu borde
como un diluvio sin fronteras.
Texto agregado el 31-05-2005, y leído por 259
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Lectores Opinan
31-05-2005
También me gustó mucho, sobre todo:
Quiero ser volátil para anidar en ti
añoro la fuerza de tus olas.
Tengo apetito de la entrega
busco adherirme a tu borde
como un diluvio sin fronteras.
Encierra muchas cosas.
Felicidades!!! paula_66