Le dije que se fuera a hablar con su papá mijo. Pero si le digo a mi viejo, me muele a palos mamá. Yo creo que tú me vas a entender mejor ¿Entender qué? Si siempre te dije que ese Juan Carlos era un delincuente, una mala influencia, un desgraciado pues. Pero bueno vieja ¿No me vas a dejar explicarte? No, porque no entiendo por qué dejaste a Cristal, esa niña tan buena, que tanto te quería, tan bonita y buena estudiante. Porque la dejé de querer mamá. Ustedes los jóvenes son una vaina seria, no saben lo que quieren. Es que… creo que me enamoré de Juan Carlos ¡No vuelvas a repetir eso malparido! Pero es la verdad mamá. Y no tengo con quién hablar de esto. Estoy tan confundido. No sé qué hacer. Volver con Cristal pues ¿Qué más quieres? Si esa pobre criatura sigue llamando a la casa con la voz aguadita. Se nota que sigue llorando por ti. Yo quise hacerlo, te lo juro vieja. Por este puñado de cruces. Lo intenté. Pero no pude besarla. No pude mamá. Olía rico, tenía su piel bien suavita y todo, pero no pude mamá. Sólo podía pensar en él y en lo mucho que me gustaba ¡Cierra ese pico que voy a vomitar! ¿Pero qué quieres que haga vieja? Te estoy diciendo la verdad, te lo juro. Yo no quería que eso pasara. Pero Juan Carlos me dijo que era normal, que no me asustara. Y cuando se me acercó tanto, no lo pude evitar. Me gustaba, me gustaba mucho. Estábamos solos en el liceo. No se escuchaba ni un grillo. Cuando me di cuenta, me estaba besando. Y me gustaba tanto, no lo pude evitar ¡Ave María purísima! ¿Qué habré hecho yo, Dios mío, para merecer este castigo? Fue sin querer mamá, te lo juro. Vaya a hablar con su papá mijo, yo no sé qué hacer con todo esto. Será para que me muela a palos…
… ¡Pero bueno! ¿Qué significan esos gritos?
Nada papá, nada.
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