Sé puede hablar de ellos si se tienen, si se han perdido, si han quedado atrás.
La de amigos que pasan por la vida...
Algunos se quedan de modo indefinido,
otros duran lo que un suspiro.
Pero todos llegan y se van
en el momento indicado,
en el momento más preciso,
en el más necesitado.
Y de todos sacamos algo,
y de todos nos quedamos con algo.
¡LOS AMIGOS!
Qué dichosa me siento de tener amigos...
Amigos de toda clase y para todos los momentos.
Todos me aportan algo...
Con ellos crezco,
con ellos vivo momentos,
con ellos disfruto, lloro,
con ellos sueño, caigo en la realidad.
Ellos hacen que mi vida sea completa, sea perfecta.
Mis amigos me hacen sentir tan grande, tan pequeña.
Se añora a los que han partido,
y se disfruta de los que están,
y se busca a los que vendrán.
Algunos amigos durán sólo un instante...
pero dejan tanto en nosotros con su paso...
Soy de las personas que piensan
que todo ocurre por algo,
que nada es en vano,
que pasa por algún motivo
y en el momento indicaco.
Todo acaba,
todo termina,
todo pasa...
pero siempre comienza algo nuevo.
Se cierra una puerta pero se abre instantáneamente otra,
aunque muchas veces nos cueste verla.
Porque nos apegamos,
nos reusamos a dejar a nuestros afectos,
nos aferramos como un perro a su dueño.
No nos damos cuenta que vale más la calidad que el tiempo compartido.
No nos damos cuenta que esa partida,
que ese fin en una relación es necesario,
para poder ver lo que viene, lo que comienza.
Somos tan reacios a los cambios...
no vemos que el mundo sigue girando y evolucionanado.
Tenemos tanto miedo al crecimiento, a lo desconocido,
que muchas veces no logramos ver nuestro presente,
no logramos disfrutar de lo que tenemos frente.