como cuando te conocí,
ya no respirabas,
te veías tan dulce ahí,
casi podia escuchar y sentir tu mirada.
la gente y sus lagrimas de lata,
lloviendo en los jardines sin flores y tu.
ahí como queriendo tocar el piano sin tus manos.

una sombra corría el cabello que lleno de peces,
en tus hombros se posaba.
quiero hoy compartir un caramelo contigo.
y pasear nauceabundos por el cordon umbilical del destino.
y estas ahí muerta,
gritando mil palabras en mi oido.

y aún temiendo el disparo.
cuanta agua de alcantarilla.

y tierra.
y el reloj del caracol.
y yo quemandome.
amandote.
muerta.

como cuando te conocí,
tu ya no respirabas,
y la noche siguiente llegaste a tocar mi puerta,
y me encontraste desecho en el dibán.

tocando el piano con tus manos.
acariciando tu rostro mal formado.
besando las lagunas oscuras que ocupaban el lugar de tus ojos.

tu ahí,
mirando.
como mi cabeza destruida.
revuelta.
pensaba en tí.
y llegabas tarde.