Estoy harto de tener que escupir mi corazón cada vez que me acuerdo de ti.
Harto de amarte cada vez que te menciono, desesperado por no volverte a tener en mis brazos y herido de muerte al saber que me quitas hasta el saludo.
No tengo fuerzas para expresar el sentimiento de culpa y la estupidez se rebalsa por las noches de fines de semana. Ya no quiero salir, solo quiero esperar fuera de tu casa para que me des un beso y que todo empiece como antes.

Quiero dejar de fumar cigarros por ansiedad y melancolía. Quiero acordarme como se sentía reír desde el alma y estar feliz, quiero salir de casa sin sentimiento de culpa y miedo a la noche. Quiero manejar directo a tu casa llegar al sillón y dormir contigo un rato mientras le robamos horas al reloj para poder quedarnos juntos mas tiempo de lo debido.

Estoy harto de estampar poemas para ti y que no logren sentido, estoy harto de saber que no te volveré a tener a mi lado cuando vaya a dormir, que los domingos mientras llueve por la tarde no te pueda llamar para decirte que te extraño, estoy harto de seguir amándote cuando debería de olvidarte, pero estoy harto de mi mismo por haberte engañado.

Atormentado porque ya no me conozco a mí mismo, porque esto de andar sin ti me esta descarrilando, perdí el rumbo y sin ti de brújula voy directo a la deriva.
No me queda mas que decirte lo mucho que siento haber perdido el control de todo y que no me queda mas que aceptar las cosas, que poco puedo hacer para que entiendas que no planee arruinar mi vida, que nunca quise ser tu demonio. Siempre aspire a todo lo contrario.
Últimamente me siento como un fantasma con asuntos pendientes, caminando sin saber lo que pasa, dando vueltas y penando por no haber cumplido contigo ni conmigo.