De pronto desperté...era de madrugada, miré hacia el lado y ella seguía junto a mí. Dormía plácidamente, como un ángel como lo que ella es. Me levanté y bajé las escaleras, estuve un rato pensado, miré por la ventana y vi hacia el cielo, era una noche maravillosa y las estrellas parecían brillar más de lo normal, era un verdadero espectáculo en el cielo. De pronto vi una estrella fugaz tan brillante que jamás podré olvidar su luminosidad, había anhelado ver una porque necesitaba pedirle un deseo, así que supe que esa era mi estrella, que el destino y el deseo se habían juntado para entregarme esta oportunidad que no desperdiciaría. La observé hasta que desapareció, cerré los ojos y con todo mi corazón en ese deseo pedí lo siguiente: “Deseo poder estar a tu lado por siempre, y que nada y nadie nos separe jamás”. En ese momento sentí una paz enorme que recorrió todo mi cuerpo y mi alma, una satisfacción y un sentimiento de alivio que nunca antes había experimentado.
Volví a su lado y la abracé, besé su frente y me quedé dormido. A la mañana siguiente me desperté y ella seguía en mis brazos, quise ver la hora, y noté que el reloj estaba en blanco, pensé que se había descompuesto, miré mi celular y la hora no aparecía, ¡qué raro!...miré un reloj de pared y estaba detenido, pero lo más extraño es que los números habían desaparecido; a lo mejor era tanto el sueño que yo no los veía, encendí el televisor para ver en el la hora, y nada, y no sólo eso sino que los canales estaban detenidos. Supuse que era un sueño, pero no, ella despertó y sintió lo mismo, en la calle no había nadie, no pasaban aviones, no había nada, todo había desaparecido, y no era un sueño. En ese momento recordé mi deseo, y la paz que sentí al momento de pedirlo...se cumplió ya nada me separará de ti porque ya nada existe, ya no hay tiempo no hay gente no hay nada que te diga, ya es hora de partir, arregla tus cosas debes irte, nada de eso existe, ahora sólo somos tú y yo. Te conté lo que sucedió y me abrazaste tan fuerte que sentí en todo mi ser la felicidad que te invadía en ese momento, al fin nuestro sueño se había cumplido y desde ahora estaríamos juntos para siempre y haríamos lo que quisiéramos. Así viviremos el resto de nuestros días, sin otra preocupación que la de darnos cada día más amor y de velar por la felicidad del otro.

Esto no es un sueño, esto es real cada vez que estoy contigo aunque sea un pequeño rato, todo el mundo desaparece, ya nada existe nada me preocupa, sólo tú y sólo amarte y hacerte feliz, lo único que cambia es que las horas pasan volando y eso es deprimente ver como tengo tan poco tiempo para estar contigo, cuando desearía que fuese más que tres días para así poder hacer muchas más cosas juntos. Por eso te pido a ti y a todo el mundo que si alguna vez ven una estrella fugaz, le pidan que nos cumpla este deseo de poder estar juntos siempre y que ya nada más nos separe....te Amo y no hallo las horas de poder volver a mirarte a los ojos, abrazarte y besarte. Por una noche una estrella me regaló otra, y aquella otra estrella eres tú