Cero
No eres simplemente un cero; eres un debate filosófico; eres la negación de la existencia de Dios; eres la duda y la certeza; eres lo circular y lo cíclico. Han asignado para ti posiciones buenas y malas; y como si fueras humano eres juzgado, por ejemplo, si estas a la izquierda tu dueño te desprecia, le eres indiferente y si estas muy a la derecha todos tus deudos te huyen; aunque, en ciertas sociedades cuando te encuentras a la diestra y después de un signo como el punto o la coma tampoco vales nada. Y hablando de tu hermana mayor (o si lo prefieres, madre), la filosófica, la nada. Ella es muchísimo mas vieja que tu, y debo contarte, que gracias a su belleza tus padres, los filósofos, decidieron concebirte y defenderte (hasta con sus vidas) hasta que un día, fuiste lo suficientemente grande y valiente para valerte con tus propios medios. ¿Crees que la espera valió la pena? ahora todos te necesitan, nadie te puede negar y hasta han llegado a asegurar, que eres un punto de partida en todas direcciones.
Uno
Unidad, muerte, deidad, vida. Esto es solo una muestra de lo que puedes ser o de lo que has llegado a representar. Has influenciado a los grandes forjadores de caminos, todos ellos han querido ser tu pero acompañados; mejor dicho, deseaban “ser uno con…”. Algunos hurtaron tu secreto y lo consiguieron, desenmascararon lo que entrañas.
Han abusado cruelmente de ti, te utilizan para dar un valor principal a los individuos o las masas, “aquel es el número uno de…”, “estos son los número uno para…”. Se que a ti poco o nada te importa que todos quieran ser tú. Pero de algo estoy realmente seguro y es que vos serás siempre el número uno.
Dos
Eres el bien y el mal, la dualidad; tienes un retrato dicen, creo que es el ying y el yang.
Dentro de los números más desamparados y locos por imitar (todos los de mas de dos asociaciones) el 69 es el que mejor lo intento, casi capta tu esencia pero se quedo solo en lo netamente sexual. Que eres los gemelos dicen los más oníricos y supersticiosos. Te utilizan a veces para menospreciar-te diciendo que eres “sub-“ o “vice-“, otros debido a tu forma te “ridiculizan” agregándote formas hasta transformarte en un cisne o un pato (otros excusan el agravio nombrándolo como arte). No te aflijas, en mi corazón siempre has reinado, tienes el lugar de privilegio, eres mi favorito; muchas veces mi hiciste sufrir y muchas otras reír. Muchas veces pensé en cambiarte y otras tantas en ignorante, me ayudaste a descubrir que el amor viene precisamente de las incomodidades y de las pequeñas alegrías; de las comodidades y de las pequeñas tristezas. Quiero confesarte que desde hace algún tiempo te he sido infiel con el tres, pero se que ese amor es fugaz, es pasajero y mi corazón volverá a ti completo. Gracias por ser parte de mi corazón.
Tres
Hola trinidad, tres mosqueteros, tres chiflados, tres estrellas y hasta eres el número de letras de la muleta que seguía “etc”. No se con cual de todas las cosas, personas o entidades te identificas más. Pero si se algo de ti que me has dejado ver en nuestros mutuos (a veces inoportunos) pensamientos y es que somos muy parecidos-diferentes. Tú con tu lucha por ser querido y aceptado por todos, y yo con la mía por serlo de los que realmente me quieren. Tal vez esta pequeñita afinidad que acabo de descubrir sea lo que me ha hecho serle infiel a mi amada dos; a su vez, la diferencia me ha hecho no quererte como mi preferida. Si mal no recuerdo, eres el número de puntas del “tenedor” del diablo que ahora mientras escribo esto veo en una hendija en la vértebra 33.
Cuatro
Cuando te oigo mencionar, recuerdo ciertas noches de vapor, esquinas y patas, niñez y flor de madures, pienso en las velas al lado del cajón, pienso en música y en vos. Necesitaría verte menos de lo que lo hago ahora, desearía poder hablarte más. Darnos la oportunidad de querernos, de identificarnos, de odiarnos. Representas los cuadrantes en los cuales un día me perdí civilizándome y en los que un día moriré de tanta humanidad. Tendemos a odiarte cuando no te poseemos y a esquivarte cuando lo hacemos. Somos adictos a tu influjo y nos enredamos en tu sabia.
Cinco
Te negué con mi mano derecha, te borre con la izquierda, te pise con el pie diestro y te restregué con el siniestro. Te abofeteé y te escupí. El elefante rosado te intento pero aun no lo consiguió. Te ensoñe y te capture, Pero me descuide y me transportaste. Hay que buscarte para alejarme, adentrarme. Deberías dispersarte para dominarte. Volveré a ti para hallarme, para encontrarme. Crea lo material y destruye lo maternal de las cantidades y narciso (tu padre), te hará infinita, te multiplicará. ¿Serás una herramienta dispuesta para el trabajo? ¿Por qué nunca entiendo lo que me preguntas, lo que nos preguntas, lo que respondo, lo que me guardo?
Seis
Espiral estrangulada que el sarcasmo ha escogido para dirigir nuestros temores e inseguridades. Durante siglos fuiste arma y victima. La locura no pudo contigo y la derrota se estrangulo en ti. Dentro de los números originales, eres de los que poseen personalidad doble y a veces triple. Fue interesante hablar con cada uno de tus mundos; aunque, debo confesarte que nunca note la diferencia. Divides un cuadrante pero no crucificas.
Me dejas preguntarte algo. ¿Alguna vez pensaste en ser música para mis oídos?
Siete
¿Suerte o saber? Te has hecho la pregunta y no la pudiste responder. Fuimos tus esclavos útiles. Cada uno de nosotros fue tu conejo, cada uno sirvió a tus propósitos. Te incorporamos a los ritos y a los pases. Creamos leyendas personales en tu nombre y con tu estructura hicimos canciones, apuestas, dibujos, películas. Una y otra vez te enfrentamos contra ti mismo. Fuiste pecados y virtudes. Pero aun no comprendes (nosotros tampoco) que tu orgullo no sirvió de nada. Al final todos optamos por otros, te remplazamos. No te cambiamos porque dejaras tu belleza olvidada, mas bien porque otros llenaban más nuestro espacio, de lo que vos lo harías. Tu tamaño y belleza ya no importarán y aunque algunos te siguen adorando, ya no eres mi única opción ¿Alguna vez lo fuiste?
Ocho
Eres mi payaso personal, mi propio Jesucristo. Eres el elegido para espantar mis penas y el único que jamás las ha aumentado (ni lo harás). Con la repetición, la autocrítica y lo simple, me mostraste, que el mundo es rutina, monotonía, solo si así lo deseamos. Solo tendríamos que amarnos un poco y reírnos de todo (incluidos) y lo que vos ves estaría en la verdad. No cometas el error (realizado tantas veces) de iniciar una doctrina, tu doctrina. Sabes que con el tiempo, no la dominaras, no podrás, la dominaran otros intereses, la manejaran en tu nombre y colocaran tus ideas en el plano que mas les plazca. No escribas nada; o bueno, escribe que tu deseo es que todos sepamos que nunca lo hiciste (escribir), ni deseas que nadie lo haga en tu nombre, so pena de olvido (pena mucho más temida que la muerte). No olvides darnos la sonrisa ajena (pero nuestra) de cada día.
Nueve
En realidad no se que decirte, es poco o nada lo que nos hemos encontrado (unos pocos millones de veces). Esto debido tal vez, a que somos tan parecidos, que es como mirarnos a un espejo. Poco o nada nos interesa que piense el uno del otro, jamás nos interesará. A veces pienso que fui injusto contigo, pero ¿Alguna vez te interesó? Jamás iniciamos una batalla para saldar las diferencias porque jamás las hubo. Eres lo contrario al mal y al dolor; pero a veces, lo sufres y lo aguantas con estoicismo. Grita ahora, defiéndete, siéntete vulnerable, es tu oportunidad, abre el circulo y permite que otros entren y te sanen. Aunque se que no podría hacerlo por ti, ni por mi.
Otros
Les tengo lastima ¿? Tal vez porque no pudieron ser ustedes, viven en sus eternas adolescencias. Y solo dos de ustedes parecen ir saliendo de esta estática pubertad, el 10 y el 69. El primero porque ha representado a la excelencia (Carlos, Diego, Edson) y el segundo por ser una especie de balanza entre la cordura y la locura; entre el bien y el mal; entre la practicidad y la felicidad. El primero me hizo gritar y llorar de alegría, el segundo alucinar de placer. Unámonos diez veces (infinitas) en un eterno placer (locura)
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