Tratas de cerrar los ojos,
tratas de sentir la brisa del mar.
Quieres dejar atrás tu enojo,
quieres volver a llorar.
Quieres sentir el deseo,
buscas sentir el dolor,
tratas de abrir los ojos,
estás en un templo sin color.
Encuentras la luz y vas a la puerta,
quieres encontrar la cerradura abierta.
Entiendes que es la puerta de tu corazón.
Entiendes que la estás abriendo a pena y dolor.
La abres y te sientes feliz,
pero observas y tu corazón se aflige.
No hay luz,
mas hay una esfinge
Es la persona que has buscado,
y te sientes feliz.
Tratas de acercarte,
pero su puerta no está abierta.
Tratas de encontrarla y sentir eso
que no tiene explicación humana,
que es el sentimiento de amor y ternura,
que es la llamada a la vida futura
Ese sentimiento que encontraste,
como cuando buscabas al ser amado,
como cuando lo encuentras,
como cuando está a tu lado.
Mas aún así te das cuenta,
una pared de hielo separa la escena.
Esa pared que en el mundo nos separa,
y aún así crees poder volar.
Crees poder alcanzar tu meta,
crees sentir que ella no es pena,
que ella te busca,
que a ella encuentras.
Y sabes que esa tristeza pronto va a acabar,
sabes que ese amor no va a durar.
Y así entiendes que otro encontrarás,
Uno que sí te amará.
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