Encerrado en una bola
de cristal hermética
miraba perplejo la lejanía
invisible por plana
se sentía fuera con la mirada
y prisionero de los hechos
dentro
soñaba despierto que salía
soñaba dormido que vivía
fuera
los pasos dados en falso
escurrían por la frente
de un truhán que miraba
desde la lejanía y trataba
de pintar la bola de negro
de llevarla a sus tierras
cubiertas de lejanos ojos
que vigilaban mis manos
y al pensar en el clamor
de todos en la explanada
al escuchar el color negro
de tantas bolas juntas
muchos cantaban
Aguadulce, mayo de 2005
José María de Benito
Texto agregado el 30-05-2005, y leído por 157
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