A mi querida soledad


Es divino que estés, cuando deseo que estés.
Es triste aguantar, cuando tú decides estar.
Es divertido disfrutarte, cuando estoy dispuesta a aceptarte.
Y es una real pesadilla, cuando te quedas día tras día.

Muchas veces te he buscado y anhelado tu presencia,
en otras ocasiones me escondo y siempre me encuentras.

Tantas y tantas veces hemos sincronizado nuestros encuentros
y en otras me has dejado buscándote en mis recuerdos.
Jamás yo he podido lograr, dejarte esperar
sin embargo tu me invades sin importar.

Por medio de ti he logrado tantas cosas
y a través de ti me he perdido muchas otras.

Tus inesperadas visitas, me han sorprendido muchas veces
dejando en mí, lágrimas gruesas
en otras en cambio, hemos hecho fiestas.

Y aunque tantas veces te he reclamado tu permanencia
hoy me doy cuenta de tu gran imponencia.

Solo quiero decirte que tu compañía me alegra
más sin embargo, mi espacio cuenta.

Así que mi querida soledad
te has convertido en mi esencia
aunque tantas veces he llorado tu presencia.

Me has salvado tantas veces,
como veces me has frustrado.
Más sin embargo, tu amistad es eterna.

Así que mi querida sombra
una vez más te doy la bienvenida
porque hoy quiero que estés
pero mañana no lo sé.


29-05-05