El significado de la guerra

Aquí estoy escapándole a la muerte, luchando con un enemigo desconocido, a veces creo que se trata de mi mismo, mis días ya no tienen sol ni luna. Aun no me he enfrentado a nadie y comencé a dudar ¿qué haré cuando llegue ese momento?. Lo sé solo tengo que reaccionar no debo pensar, ni enfrentar ninguna mirada sino no podré cumplir con mi deber. Son ellos o nosotros, el olor a sangre, a pólvora, a pólvora con sangre no me dejan hallar consuelo en esa frase pero igualmente deberé aferrarme a ella "son ellos o nosotros".
Me pregunto si cuando llegue el momento apretaré el gatillo para evitar ser matado o preferiré morir para poder estar fuera de aquí.
Tengo sueños aterradores en los que puedo ver mi cuerpo tieso, frío, mis ojos aun abiertos y mi mirada nunca logro ser tan desesperadamente triste, mis ojos suplican por la vida. Entonces algunas lagrimas me incorporan, me devuelven a la realidad. Y pienso en todas las personas que amo y las tengo lejos y están preocupados por mi, pienso en las lagrimas de mi madre, en las lagrimas que mi padre pudo ocultar, en las lagrimas de mi esposa, realmente me hace mucha falta, necesito su sonrisa para encontrarle nuevamente sentido a la vida. También pienso en esa personita que aún no conozco pero me desespera verla, espero que tenga los ojos y la sonrisa de ella entonces sí habré hecho algo bueno por la humanidad y por mi país.
El sueño se repite mis ojos aún abiertos con esa expresión de terror igual a la que llevo constantemente, mi cuerpo rígido aun esta tibio rodeado de otros cuerpos sin vida, algunos son compañeros otros son enemigos allí todos corrimos con la misma suerte y me pregunto ¿dónde esta la diferencia?
Ahora sólo veo mi cuerpo solo, muy solo ninguna de mis heridas pudo ser curada y por cada una se me escapo la vida, tal vez eso seria lo mejor. No entiendo el instinto de sobrevivencia no creo que morir sea peor que esto.
Sucedió, el instinto de sobrevivencia pudo más, eran ellos o nosotros, nada me consuela, nada me justifica, no tengo más palabras soy solamente un asesino. Todo ocurrió durante una expedición, fue una emboscada muy bien planeada, en cuestión de segundos estaban sobre nosotros, aparecían de todos lados y solo fue un reflejo al sonido de los disparos no pensé, en ningún momento pensé, solo disparé y corrí, salté, me agaché y continué disparando, ahora que lo pienso no soy más que un asesino en el nombre de mi país.
No puedo borrar de mi mente los rostros de quienes maté sus ojos tenían la misma expresión que los míos en mis sueños, somos iguales ¿por qué peleamos?
Es algo a lo que aun no me acostumbro el olor a sangre, lo percibo constantemente y el ruido de las municiones contra la carne, puedo escuchar con claridad el ruido de la sangre cocinándose al calor de las balas al impactar los cuerpos, no puedo alejarlo de mi mente, soy solo un niño asustado con un arma.

¡Buenas noticias! Nuestro escuadrón volverá a casa, llegue al campamento y por primera vez en mucho tiempo vi rostros sonrientes, yo también sonreía, por fin me iría de ese infierno, abrazaría a mi esposa, a mi hijo, secaría lagrimas de alegría en los rostros de mis padres. Nunca sentí que la vida valga tanto y aun así había acabado con tantas.
Me recosté un instante a pensar en mi regreso, cerré mis ojos e intente poner mi mente en blanco, intente borrar el horror que había vivido. Vi mis manos cubiertas de sangre y el olor a pólvora y sangre me golpearon , el sonido inquietante de los proyectiles golpeando la carne me incorporaron. Se trataba de una nueva emboscada, el campamento estaba siendo arrasado, envuelto en llamas. Todos corrían desesperados buscando sus armas yo, en cambio permanecí inmóvil, sentí una puntada cerca de las costillas atine a tocarme sentí calor en mis manos, las vi cubiertas de sangre no pude hacer nada inmediatamente después siguieron otras puntadas y eran proyectiles golpeando mi carne, rompiendo mis tejidos.
Nada quedó del campamento, camino y me tropiezo con cuerpos de mis compañeros y con los de los enemigos, en un rincón allí estaba tendido en un charco de sangre con los ojos aun abiertos, el cuerpo frío y rígido, fui abatido por los proyectiles que abrieron innumerables heridas en mi cuerpo. Ninguna de ellas pudo ser curada y por cada una se me escapó la vida, quedó mi cuerpo rodeado por otros cuerpos, solo pero mis ojos aún abiertos no tenían miedo parecían estar agradecidos por haber sido sacado de ese infierno.
En los titulares de los diarios se puede leer: LUEGO DE DOS AÑOS DE COMBATES, NUESTRA TROPAS FESTEJAN LA VICTORIA DE NUESTRO PAÍS