Prepararon para su familia las maletas y les alcanzaron al aeropuerto.
Destino, un país de sudamérica.
Pasó diez noches de vigilia.
Le cubrieron la espalda y el pecho.
Abajo la tela adhesiva aseguraba el procedimiento.
El diez de noviembre el objetivo llegó a su trabajo a las siete y media.
Una camioneta de prensa se detuvo junto la pared de piedra.
Una nena de ocho años comenzó a sacar fotografías del hombre alto y carismático que caminaba hacia la casa de gobierno.
El hombre la saludó con una mano en alto y una gran sonrisa.
La nena dió media vuelta y entregó la cámara a la camioneta que partió. Volvió luego sobre sus pasos a pedirle un autógrafo al presidente.
.-Shahid.- le dijo al oído mientras lo abrazaba.
Sobre la pared de piedra cuelgan trozos chamuscados de carne aún caliente.
Las últimas fotografías con vida del líder, fueron vendidas a precio de oro al periódico de páginas amarillentas.
Texto agregado el 29-05-2005, y leído por 214
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Realmente me gustó. Pasaste por mis palabras como un remolino a llevarte cosas y dejar otras. Yo ahora como una brisa, lenta y sutilmente, posando sobre tus palabras cinco estrellitas... seguiré leyéndote aunque últimamente estoy ausente... cantopea