Inicio / Cuenteros Locales / gui / El cuento seiscientos sesenta y seis
Temía escribir ese cuento ya que con él completaba su obra número 666. Rehuyó a las musas que se colgaron de sus ropajes para dictarle con sus voces melodiosas las más fascinantes historias. El se cubría sus oídos, desesperado y con su corazón congelado por el terror. Pensó borrar algunos cuentos para retroceder a una cifra menos inquietante pero el computador no le permitió hacerlo. Sintiéndose horriblemente desdichado, porque escribir era su segunda forma de respirar, se fugó finalmente de su propia existencia para introducirse en los oscuros laberintos de la locura. Y allí, entregado a los ramalazos de su imaginación desquiciada, dialogaba con seres oscuros que se sentaban a su lado para escuchar sus sin sentidos. Así pasaron los años hasta que un día cualquiera despertó a la cordura. Se encontró frente a un listado que enunciaba 665 títulos todos los cuales llevaban su firma. Entonces, ya sin temor alguno pero sabiendo que el terror se anidaba en alguna parte de su cuerpo, se lanzó a la aventura de escribir el relato 666. No reparó en aquel hombre de aspecto atemorizador que lo contemplaba en la penumbra tamborileando sus dedos de largas uñas. Escribió, escribió y redobló sus esfuerzos para seguir introduciendo personajes en su texto, un cuento maravilloso que versaba de personajes hidalgos que rescataban a sus heroínas combatiendo con los más temibles obstáculos. Escribió y escribió y los personajes se sucedían como el agua del manantial que se escurre entre las rocas.
Han pasado los años y el hombre prosigue su afiebrado texto. Sus cabellos son largas hebras que reptan por la habitación, sus manos ahora son sarmentosas extremidades que dejan de teclear de vez en cuando para estrechar un jarrón de café, el que el anciano se bebe a grandes sorbos, recreo breve, tras el cual, prosiguen obedeciendo al mandato de aquel ser que se ha resuelto a no terminar jamás ese inspirado relato que es ni más ni menos que la historia de la humanidad. El ser siniestro aún tamborilea sus dedos en el rincón tenebroso…
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Texto agregado el 29-05-2005, y leído por 398
visitantes. (8 votos)
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Lectores Opinan |
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04-06-2005 |
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Por eso estás mas viejito en la foto? hace tanto que escribís el cuento? no te preocupes, tengo la paciencia del mundo. El diablo gmmagdalena |
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02-06-2005 |
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Excelente! y supongo que ese cuento no sera terminado! excelente , me encanto!
***** peinpot |
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31-05-2005 |
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No era casual entonces la desaparición de este texto. Creo que Gik jugaba a ser el "hacedor" de la broma y contribuir a la magia de este cuento. Magnífico. entrelineas |
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30-05-2005 |
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No había otra fórmula para exorcizar el diabólico 666.
Muy ingenioso.
Un abrazo. graju |
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30-05-2005 |
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No había otra fórmula para exorcizar el diabólico 666.
Muy ingenioso.
Un abrazo. graju |
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