Ante un par de ojos que pueden verlo todo puden distinguirse entre sus imágenes la realidad y la fantasía, lo que es real de lo que es fantástico.

Es como tener dos pares de ojos... más bien dicho: dos miradas para diferentes propósitos.

Una que puede ver la realidad, a veces bella, a veces cruel; otra que puede ver los sueños, la "otra realidad", siempre hermosa y encantadora.

Ojos para lo visible y lo invisible; para lo que no puedes evadir y para aquello con lo que evades la primera mirada.

Una mirada para sufrir y enfrentar; otra para amar y soñar.

Una mirada para verlos a todos; otra para verte a tí mismo.

En una mirada se encuentra el reflejo de la responsabilidad; en la otra el reflejo del deseo y la aventura.

Una mirada donde encuentras lo necesario; otra donde encuentras el infinito en tus manos.

Una mirada con la que ves; otra con la que observas.

Una mirada con la que sonríes; otra con la que creas sonrisas.

En cada par de ojos existen una par de miradas... solo es cosa de querer verlas.