TE RECUERDO
(inmemoriam)
Hurgando en la memoria,
jugando a recordar te
perfilaste neto,
surgió tu figura contrastante:
Padre, te recuerdo claro:
con tus fugas y entregas,
con tu ternura tosca y tu
mirar sin entornar los ojos.
Padre, te recuerdo fiero:
ceño de no admitir,
gesto, actitud solemne,
de autoridad;
Tu mano con el índice erigido
en juez supremo,
y el oído que pocas veces escuchó
reclamo.
Padre, te recuerdo inquieto:
tu búsqueda incesante de
misterios que esclarecer
a medias…
Y cuando mar, montaña y selva te llamaron,
acudiste animado para
charlar con ellas.
Padre, te recuerdo tierno:
en la dedicatoria de aquél libro
tu brindar a la gente lo que
nunca tuviste,
y en la caricia recia de
tu mano callosa.
Padre, te recuerdo alegre:
tu risa sin reserva,
tus cuentos y corridos;
tu eterno tararear
y tu chiflar de lado.
Padre, te recuerdo amigo:
en el ceder tu espacio y
convivir conmigo...
Y, sobre todo padre:
En aquella mañana:
El puño en la cadera
la otra mano tendida,
y una voz que cortada me quebró
con un ruego:
Hijo, dijiste:
- quiero que seas mi amigo...-
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