Sobre la loma observando el horizonte una obrera de cabeza gigantesca y fuerte mandibula cuidaba la colonia mientras mascaba su alimento, era un soldado. Su contorno era un caos de palillos caídos y hormigas trabajando hasta la vista de la soldado alcanzara. "Buen día para la caza" pensó, cuando de golpe dejó de masticar la hoja que saboreaba y se dió vuelta para entrar a la boca del hormiguero.
Este era un pasadizo perpendicular con galerías laterales sin salidas destinadas al almazenaje en sus profundidades. Estos como cuarto de estar y basurero, cerca de la superficie bullía de obreras cuidando las larbas. Su organización social se podía definir perfectamente como un matriarcado donde la cabeza de la organización era la reina, única hembra desarrollada y fértil.
Casi todas las labores eran realizadas por hembras infértiles, las obreras, que atendiendo a la misma cuidaban las larbas construían y mantenían limpio el hormiguero. Las más pequeñas trabajaban dendro de la vivienda, mientras que las más grandes lo hacían en el exterior.
Al momento de dar vuelta el soldado para ingresar al nido, algo instintivamente lo hizo dar vuelta, algo no estaba bien. Una chinche apareció por el rabillo del ojo, que agazapada esperaba el momento de atacar al nido en pro de su sustento, las obreras.
"Alerta general" la voz del soldado sono fuerte y clara y al instante, una tropa de guerreros se formó para defender la colonia y su reina. Filas enteras se conformaron al instante conformadas cada una por un comandante de pelotón. "Al ataque" salio fuerte y claro de la voz del soldado y el comandante del pelotón central cargó contra la chinche seguidos por los soldados que comandaba.
Mientras esto sucedía, por los francos derechos e izquierdos los comandantes se preparaban para el ataque final de su oponente, la chinche.
Cuando eso sucedía la voz de combate se esparció por toda la colonia y la reina fué informada. Dicha información fue transferida de soldado a soldado, hasta que al comandante en jefe dicha información le llegó. Así es que la reina fué informada.
Mientras tanto en el interior del nido las obreras proseguían con sus tareas sin enterarse de lo que acontecía en la colonia de termitas. Una obrera señalaba a otra un grupo de hojas secas que habían que reducir hasta formar varios montones más chicos. Era la obrera capataz que debía decir que tareas habrían de efectuarse. La obrera que estaba a cargo de las larbas era la que estaba más ajetreada ya que poseía su sequitos de obreras que debían cumplir sus órdenes.
Todo esto acontecía en el mismo instante y la información que controlaba ese caos provenía dela jerarquía mas grande de las termitas, la reina madre.
En el instante que se abordaba el ataque a la chinche, el comandante del flanco izquierdo comenzaba el ataque por el ala del mismo nombre, mientras que el de la derecha aguardaba.
La obrera larba que así se le decía en el nido, indicaba las tareas que debian efectuarse en el cuidado de las termitas bebes. Era el momento que la reina madre daba a luz un zángano, el cual se convertiría mas tarde en una termita voladora.
Cuando trás una reñida pelea la chiche fue vencida, la orden de ingresarla al nido a efectos de procesarla como alimento, fué impartida. La termita capataz finalizaba la tarea del día y la termita larba comenzaba a finalizar las taras de limpieza y cuidado de los recién nacidos. |