Quietud, y calma...te preguntarás cómo me atrevo a molestarte en esta noche.
Quietud, y calma...creo que me he perdido, y eso hace, que por lo pronto ¡tan oscuro se torne mi destino!
Quietud, y calma...sólo te pido ¡indícame el sentido!, regalame un por qué, alza tu mano, ¡señálame el camino! y yo me marcharé...
Quietud, y calma...y yo, aquí, crispando la penumbra para encontrar mi alma. Acudo a ti, mi luna, discúlpame si te distraigo un poco. Acudo a ti, mi luna, porque es a ti donde vamos los locos para huir de la ruina de los cuerdos.
Quietud, y calma...estaba abandonada y he vualto a descubrir tu faz iluminada, farera de la noche, alumbra a esta naufragada de ilusiones.
Quietud, y calma...soledad carnicera. Tú, ahí, en tu cielo y yo, en mi tierra. Yo entre la arena yerma, y tú entre las estrellas...
Luna adorada, ya que todo lo ves, dime en esta noche quieta, y calmada, por dónde crees que mi futuro anda, que estábamos jugando al escondite y me ha hecho trampas.
(Aún así sigo pensando y proclamando que lo importante no es llegar a algún sitio, sino hacer el camino...y pase lo que pase no detenerse en pleno recorrido, por muy perdido que se sienta uno....) |