Sueñas con mañanas de hielo
tapas con tus dedos el cielo
y caes al mar con tus silencios-
te sumerges en la sal y en tus sueños.
Riegas mil momentos con tu risa,
arrullas con tus penas el ayer
Y vuelves a latir con despedida
como un corazón que late de placer.
No llores que tu voz con su silencio
vuela hacia las sombras de los pinos, misteriosa;
Conmueve a las rosas y embelese con su magia
y canta tus lágrimas al río de tu alma.
Sabes ahogar tus penas en el mar
conoces los secretos y la magia del amar
percibes con un gesto el atardecer
y caes al abismo de tu ser.
Esperas a que te besen las olas al partir
y que el cielo oscurezca en destellos al seguir.
Cantas para serenar tu alma y tu voz-
para dejar en tus palabras el adiós.
No llores que tu eco en sus sombras
llega a lo alto de las olas piadosas,
conmueve la tormenta en su trueno al gritar
y silencioso se queda por eterno tu despertar.