TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / m11 / tauro

[C:109641]

Me atravesaste el corazón, yo sé que no querías lastimarme; pero la estocada hoy sí fue mortal. Qué me importa que me agarren a palos los hijos del hombre que cuida el establo, que me insulten las doncellas al pasar por el miedo que les provoco... a mí todo eso me da igual, no vivo de la bondad de su palma, no me alegro al mirarlos cada día. Pero tú... tú eres mi guía, tú me enseñas lo que hay que saber, pasas tiempo conmigo, ante el hierro incandescente que sostenías en las manos nunca temblé, simplemente porque tú lo llevabas.
Yo sé que no le gusto a la gente, que llamo la atención en un principio porque cómo no hacerlo, pero que siempre retroceden pues mi esencia los repele. Hasta los vecinos han proferido insultos ante mi abrumadora imagen, y eso que me conocen desde que nací...sólo tú eras diferente... cada día acariciando mi lomo cansado, inundando con tu dulce voz mis largos días, sencillamente estando conmigo.
La noche de ayer fue un desastre para mi corazón, porque aunque nadie lo crea tengo uno. Apaleado por corridas extrañas, en las que salí victorioso más no intacto, donde me hirieron y ofendieron de maneras infames, me topó desprevenido la noticia de una más...algo familiar, algo corto, algo inofensivo.
Celebraban algo, se oía un barullo... estabas eufórico, te miré orgulloso a unos cuantos metros de mí... vestido de luces, como cuando jugábamos por las tardes de los días previos a la “fiesta”. Querías estar conmigo, cómo negarte ese placer aún pese a mi cansancio y pesadumbre. Me acerqué a ti, con el amor de siempre, con la confianza que sólo se brinda al amigo fiel. Pensé que todo sería como en aquellas tardes de risas, libre y seguro de que nada pasaría...pero al acercarnos noté en tu mano ese instrumento que desafía mi valor y hace que tiemble mi pesado cuerpo cual si fuera una hoja de papel al viento... seguí confiando en ti, era un juego, lo podía haber jurado. Nos acercamos aún más, estabas algo extraño... me asusté y quise confiar... quise confiar, y lo hice. Si ante el hierro rojo no retrocedo porque lo sostiene tu mano, por qué temer a la espada filosa si la carga mi amigo.
Grave error. No había terminado de pensar aquella frase cuando sentí un dolor fortísimo, agudo, punzante...pude experimentar en toda su magnitud cómo penetraba el sable dentro de mi cuerpo, como transitaba por mi piel lentamente, rompiéndola, adentrándose en los músculos... La espada frenó en algún sitio, jamás tocó mi corazón... más está atravesado desde ese instante. Ya nada me importa, no confío en nada ni en nadie porque tú, amigo, te llevaste aquella inocencia a otro lugar... tal vez ahora yace junto a tu cuerpo inerte. Ese cuerpo que tantas alegrías me provocaba al aproximarse y que tuve que castigar... porque para qué te dejaba vivir si toda tu existencia llevarías a cuestas la pena de haberme matado el alma...

Me atravesaste el corazón, yo sé que no querías lastimarme; pero la estocada hoy sí fue mortal.

Texto agregado el 27-05-2005, y leído por 285 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
18-06-2006 Magnifico, me gusto, punk13
27-05-2005 me encanto.... antral
27-05-2005 Perfecto, muy bien transmitidos los sentimientos del toro. Y la idea muy buena. JanselRene
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]