EL SAPO
Saltado distraídamente por la carrilera del tren, avanzaban dos sapos ojibrotados y boquianchos, de pronto uno de ellos dio un mal salto y Oh desgracia, el más corpulento quedó atrapado entre los rieles por donde avanza el tren.
Angustiado y sin poder moverse pese a sus esfuerzos, chapaleando entre los rieles, se dirigió implorante hacia su compañero.
- ¡Rápido, trae una barra para que me saques de aquí, antes que pasé el tren!
Su compañero se alejó brincando, al rato regresó acompañado de otros batracios con banderas y agitando pompones blancos y azules.
El atrapado muy angustiado, les preguntó.
- ¿Qué hubo de la barra?
- Aquí está la barra
- ! Pero donde está que yo no la veo!
Entonces los otros sapos empezaron a gritar, agitando al aire los pompones azules y blancos, ensanchando sus pulmones, inflándose hasta casi reventarse por el esfuerzo.
- ! Alabi-o, alaba-o, alibin-bon-bao!
! El sapo ra, ra, ra!
! El sapo, el sapo!
! Qué viva el sapo!
William H Ramírez P
2005 |