A veces siento que me espía en las noches
Que presiente lo que hago y lo que hice… lo siento
Y siento que usted no es más que una criatura
extraña que una vez conocí y ame
Que ame y amo a veces, a ratos o siempre
En un país lejano en el que la vida no era mas que una fiesta
Con tus besos bajo el árbol en el lago…
Risas, risas por la vida perdida y llanto.
Llanto, sobretodo llanto porque aun esta la ilusión
Absurda de volverlo a ver
Y risas, si, de mi imaginación tonta
Que cree que volveré a tenerlo.
Pero en la noche la risa y el llanto
Y ya no se que decirle a la niña que se posa a mi lado
Y me pregunta que me pasa
Que le digo? que le digo….

No hay respuesta

Dile a esa niña que esos que fuimos, bajo el arbol junto al lago, siguen alli durmiendo y soñando, separados por una distancia que dura menos que la noche.

Pero la respuesta cambia porque la pregunta cambia, con el tiempo hasta el tiempo cambia, mientras nosotros seguimos queriendo ser los mismos, el arbol sigue cambiando.

Desde entonces he seguido buscandote como a las hesperides, quizas con la ilusion que nuestra union pueda generar de nuevo la magia y cambiar el mundo otra vez, que la vida sea una fiesta y risas y amor y aroma de flores y frutas frescas.

Olvido que soy esa criatura extraña cuyo nombre rehuyen las alegrias y los placeres.

No termino de responder cuando la pregunta ya ha cambiado, la noche sigue aqui, no dura mas que un instante, sigo esperando el alba mientras sueño una vez mas que reposas en mis brazos, sollozante de placer y de vida, dispuesta como yo a fundirte en los recuerdos y en la ilusion de una noche perdida hace tanto tiempo, que cuando todo termine y estemos de nuevo reunidos, no habra sido mas que una noche de distancia que nunca nos separo.

André Venoue
Paris - Francia