Por mas que escriba con mi sangre
Nadie sabrá a que sabe...
Ni de que color es...
Mis letras creen estar solas
Pero no saben que las acompañan
Una tropa de demonios.

En el papel derramo lágrimas
Que caen de mis ojos opacos
Mi alma explota
El cielo grita
Me pierdo entre las llamas
Caigo mil veces desde altos edificios.

La agonía transformada en daga trepa por mi espalda y con su filo dibuja escenas horrendas
Las ilusiones muertas me escupen en la cara
Y escucho como se rompen los sueños.

Con una cuchara oxidada por la pena
Revuelvo los restos de corazón que aun quedan
Y encuentro pedazos de ti, de mi.
Y ya es inútil unirlos...
Mi garganta deja salir la voz quebrada
Que pregunta el por qué nunca seremos uno
Y solo el eco responde...

Es la ausencia de tu piel, de tu mirada
La que hace que mi mente se nuble y camine
Por los infiernos
Hace que mis alas se marchiten
Cual rosa que reposa sobre la nieve.

Y muero
Una y otra vez...

Si alguna vez vuelves
Quisiera que te transformaras en la dulce melodía que mis oídos anhelan escuchar.