NO ESTOY SOLA La escarcha comprime las rejas y agrieta la antigua madera de lo que alguna vez fue ilusión. Ya no le tengo miedo al silencio. No estoy sola. * Huelen las paredes desnudas lo que queda del territorio frágil y quemado de mi memoria. Una niña herida por la llovizna me acompaña. En el canto olvidado del tiempo gime y resbala por la vertiente. Cual pétalo herido lejos se divisa errante... prisionera de un viejo coraje. * No le tengo miedo a la locura. ¡Yo sola ya no estoy!.. ella vuelve del ayer entre los muros cuando la luz del día borra mis pasos y en la prisión nadie sabe de mi.
Texto agregado el 25-05-2005, y leído por 582 visitantes. (9 votos)