- Es mañana. Mañana se cumplen todas las profecías y el héroe de Centauri va a venir por los que creamos en él.

No lo decía emocionado. Solo lo decía. Siempre seguro de sí mismo. Nunca dudó. Eso era lo que causaba más impresión. Su seguridad. No ponía empeño en convencer a nadie. El que creyera bueno, nunca se esforzó por convencer a nadie. Por supuesto que nadie le creyó. Nisiquiera sus cercanos. Solo él creia de verdada que a la mañana siguiente vendría un ser de la estrella Centauri y se llevaría a los que fueran dignos de sobrevivir a la catástrofe que sucedería en la tierra. Todos conocían la leyenda; pero era eso, una leyenda. Nadie la creyó; excepto él.
- Ya verán mañana.- era lo único que decía.
La mañana comenzó con un temblor. Este temblor hizo estremecersede miedo a varias personas, empezando a creer en dicha leyenda. Pero conforme pasaron los minutos, se olvidaron de la leyenda. Solo él seguía firme. Al terminar el temblor se retiró a la explanada que estaba en el pueblo, a un costado. La gente que pasaba lo veía.
- Estaba mirando al cielo cuando pasamos.- dijeron unos que lo vieron.
Una hora despues del temblor, hubo fuego. Todo el pueblo ardía en llamas. Nadie supo porque. en esos pocos miutos corrieron los rumores de que lo mismo pasaba en pueblos vecinos. Nadie sabía porque. El fuego se extendía por el suelo abarcando y consumiendo las casas. Solo dejó intancta la explanada. La gente se arremolinó en la explanada, alrededor del hombre que siempre creyó. Nadie se podía acercar al centro de la explanada, donde estaba él. Por una extraña razón nadie se pudo mover de donde estaba. Él solo repetía: "se los dije...". De pronto hubo un rayo que cegó a todos. Cuando la gente pudo ver algo, un ser alto se había colocado al lado del hombre y lo invitaba a entrar en lo que parecía un bloque de luz. Él se despidio. Mientras la explanaba se concumía en llamas, la gente del pueblo mietras se golpeaba la cabeza y se desacía por las llamas lo vió elevarse por los cielos.