Inicio / Cuenteros Locales / AnaCecilia / Mi destino.
Yo no era casi nada en este infierno de amores y de sombras, sino la amante fiel, esa soñadora del tiempo que danzaba bajo el largo de su sombra. La que ayunaba en el albor de sus silencios, viviendo esa sumatoria de los sueños que alentaban su morada quieta. Yo sólo era ese aliento tangencial a sus entrañas, el frío recorrido de sus besos o la marea que alternaba con su angustia. La que pacificaba su sentir, como una luna quieta de temores, protegiendo el reino de ese cuerpo yaciendo al lado de mi amor, sumida en todo lo magnífico, o en esas horas solitarias de otras bocas que enredaban su existencia. Esa era yo, enemistada con el mundo de la ausencia, víctima del atropello de su juego, alerta, inquieta, flotando en esa telaraña que pendía de su piel.
Ahora sólo soy la lejanía de sus frases, un eco inexorable de esas risas que declinan con mis pasos, la mirada de los soles albergando latitudes en la aurora de otros días...
Ana Cecilia.
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Texto agregado el 30-08-2003, y leído por 324
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