Lo veo. Por fin lo encontre.
Lo he cazado mucho tiempo. Toda mi vida he esperado este dia. Y por fin ha llegado.
Mucha sangre ha tenido que correr. Mucha gente ha debido morir. Mucha gente he debido de asesinar...
Si, me he convertido en un asesino, un vengador, un heroe de la noche en busca de su causa, una razon egoista de vivir, un destino muy tragico con el que cargar.
Pero asi habia de ser.
Lo odie. Desde el fondo de mi alma lo odie. Aun al verlo ahora, demacrado, anciano, en total decadencia, no senti remordimiento.
Aun vi en sus vidriosos y enfermos ojos, la maldad; aquella misma maldad con la que miraba cuando golpeaba a mi madre, con la que miraba cuando nos pateaba a mi y mis hermanos; aquella misma mirada que tenia cuando mancho a mi hermana y me despojo de mi hermano.
Ahora lo tenia aqui frente a mi. Maldito bastardo.
Y me reconocio.
Si, me reconocio. Y me miro con altaneria. Me miro como siempre lo hizo: con desprecio, con ese desden que me hacia hervir la sangre...
Levante el metal. Lo vi sonreir. Y cayo sobre su pecho. Su sangre corrio; cayo al piso. Su liquido vital fluia y yo permaneci de pie, observando como se arrancaba la vida de aquel hombre. Y de como mi destino, mi razon de vivir tambien huia con el.
Maldito. El lo sabia. Sabia que mi vida estaba ligada a la de el; sabia que aun en este momento, estaba por sobre mi, me arrastraria tambien a su infierno...
Tome el puñal. Tenia claro que es lo que debia de hacer...
El odio me cego. Nublo mi mente.
Cai al suelo, estreitosamente.
Me habia convertido en el.
La sangre fluyo, lenta y roja...
Un hombre investido por el odio... como mi padre... |