He querido dedicarte estas palabras breves con sentimientos mezclados para contarte un cuento...
Imagina que estas en un enorme cielo, poblado de seres indefinidos pero con mucha gracia; tú estas entre ellos y te sientes bien pero a la vez diferente porque tienes vida, un ángel muy bello a tu lado te protege y te cuida. De pronto, entra alguien muy especial, alguien que parece tan indefinido como los demás, no lo miras, pero él se da cuenta que existes porque hay algo más allá que le permite percibirte y entonces le nacen unos deseos perturbadores de acercarse, tomarte de la mano y apartarte del resto para llenarte de besos invisibles en el fondo de su corazón, pero no puede, tiene miedo y solo te mira, te observa alejado en un rincón bendito de su alma. Una pluma cae de ese cielo y mojado con tinta de sus más profundos sentimientos escribe las cosas más bellas con las que puede describirte en una carta, describe el sedal dorado de tus cabellos, los rayos de sol acumulados en tus ojos o el perfume de floral que escapa de tu cuello y te cuenta como un coro de ángeles escapa de tus labios cuando hablas, que ni la seda más cara del mundo se compararía a las caricias de tus manos, que no hay figura tan perfecta que pueda definir tu cuerpo; poco a poco te iría describiendo hasta quedarse sin vida, pero decide jamás entregarte esa carta tan suya, que es lo más cerca de estar contigo, aunque en un momento lo pensó, prefiere quedarse con sus sentimientos guardados.
¿Cómo es el destino?, Es una marejada de caminos y decisiones tan confusas que el tratar de explicarlas es tan infinito como el espacio y las estrellas, ese destino, cruel destino, te pone nuevamente a la vista; ahora es diferente, pues busca alguna manera de lograr tu atención, es en vano, porque no lo ves, se resignó a no tenerte más, pero cuanto más se resignaba, de nuevo volvías y se armó de valor, quería que conozcas lo que sentía, cómo te veía a cada hora, cada minuto, todos los días y meses, cuando estaba despierto, en las nubes, al acostarse y en los infinitos besos de sus sueños compartidos, en los letargos de sus lágrimas de cristal, cada vez que te extrañaba, pero no, no pudo ò mejor, no puedo, ¿Por qué?, no lo sé, lo único que sé, es que te sigo queriendo y extrañando en lo mas profundo de mi alma con el mismo miedo de amarte sin que me ames.
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