Andando libre como el aire
de campo en campo
pero un capricho de persecución
se abalanzo sobre mi...
Mi gloria y libertad
se disolvieron en un manto estelar,
sin ningún dios
rindiendo cuenta de mi agobio...
Acribillado fuera de templos
donde no parece existir nadie,
solo hay balas y lanzas
que me pretenden extinguir...
Pero ni hasta Acteón
fue libre de ser presa
de su extinción...
No logro descansar
ni beber ...algo de algún manantial
que borre la memoria
de la maldita sociedad...
Mi tranquilidad es expulsada
de todo lugar
sobreviviendo al flagelo
y lamentos por cenizas de fuego..
Tal vez inducidos al morbo
del desorden y juegos
ahogándose en un estanque del olvido,
entrañados en la sed
de depravar mi flujo vital...
Pero ya nada me extinguirá
si unas ráfagas de luces,
acabara con aquella raza;
acabando con su fe
de ser su presa...
No tendré angustia alguna
si mi constelación nunca se extinguirá...