Sé que me entiendes, que puedes comprender porque es tan difícil aceptar su ausencia, porque no puedo borrar esos escasos días, esas palabras, esos besos. Intuyes porque puedo extrañar sus ronquidos mientras duerme, su brazo en mi cintura por las noches, y esas manos grandes que tomaban las mías o regalaban caricias. Comprendes porque me hacen falta sus locuras para sonreír, sus frases profundas y a veces incomprensibles para sentir que siempre hay algo que me falta por saber, o esa comida que hace con la facilidad de un chef, más sin embargo a veces prefiere comer fuera. O ese helado de mantecado que sabe a gloria en sus labios, y esa mirada de niño en cuerpo de hombre que atrapa con inocencia. Incluso podría extrañar esa sinceridad hiriente con la que algunas veces traté de discutir, y hasta el mate que a mi parecer sabe horrible. Podría pasar horas hablando de los detalles pequeños que se vuelven enormes, o de su forma de hacer el amor y fijar la mirada en mis ojos. Pero no necesito decir más... sé que entiendes más de lo que yo misma quisiera, simplemente porque tu también lo amas...Ahora te toca a ti quemar las naves y ser feliz...
Sólo te pido que lo ames tanto como lo amo yo...