Lo que del arte el pintor
Convierte en dulce sueño
Usando viejo pincel
Y óleo sobre su lienzo.

Lo que de la vida el poeta
Imagina en sus versos
Dolido por la pérdida
De su amor tan perfecto.

Lo que del Dios el devoto
Cree con su fe en el lecho
De la muerte, del olvido
El ábside del templo.

Lo que de todo esto el loco
Saca como su credo
Creando así su realidad,
Creyéndose guerrero.

Lo que de notas la voz
Profunda del buen maestro
Hace con falsa pasión
El sonido más bello.

Lo que de lo real el mago,
Fugaz, mágico espectro
En engaño crea a su antojo,
Haciendo reales deseos.

Eso son tus besos.

Lo que de la obra el actor
Convierte en sentimientos
Haciéndonos creer amor
Lo sacado de un texto.

Lo que de este mundo el joven
Quiere cambiar su empeño
Encontrándose con muros
Que impiden su progreso.

Lo que del mundo la ciencia
Cree, necia, verdadero
Tachando, sin más, de falso
Lo únicamente cierto.

Lo que del libro el lector
Cree relato estupendo
Y cree, a su vez, que ese mundo
Es real y no de ensueños.

Lo que del amor el tonto
Cree ser algo ya viejo,
Pasado, para él, de moda,
Lejos de ser moderno.

Lo que de la imagen antes
Se creía poder del cielo
Siendo ahora falsa la magia;
Vil, humano y frío espejo.

Eso es nuestro cuento.