Tu mirada se pierde
en la oscuridad de un bar.
La mía no,
mi mirada encuentra
tu cara, tu pelo,
encuentra la piel que recubre
tu singular cuerpo..., te encuentra.

Pasas a mi lado
como si pasaras al lado de nada,
al lado de un espacio vacio
de las cosas que te importan,
a las que haces caso,
a las que rindes una simple mirada
de aprobación, cuanto menos.

Quizás siempre buscaste algo
que era imposible que pudiera darte,
ser uno mismo tiene sus fallos.

Pero todo és más sencillo,
vernos de nuevo no significa
lo mismo para tí y para mí,
no se parece en nada
lo que ves al verme,
con lo que veo al verte.

Es tan simple como que tú duermes
mientras yo escribo pensando en tí.