Parece que eres mi erudito fantasma
de juicios y peticiones sublimes
con vertiginosas visitas súbitas
las cuales me irritan en plenitud.
Eres mi mas horrendo karma,
mi materia denegada, mi tema tabú
el temple recóndito
el sujeto detrás del espejo
el de cuerpo de bambú
con un vigor colosal.
¿No te destruyes de ningún modo?
ni con el crudo o el calor
ni la desdicha o el dolor
ni con la existencia o la muerte
ni con milagros o la suerte.

Reemplacemos por un plazo
nuestras particularidades,
tu respiras mi realidad
mientras yo disfruto de tus novedades
tú serás el sabio, como siempre lo has sido
yo en el lúgubre espejo me ausentare
te invito a la cruda verdad, bienvenido
para que sientas que es romperse
tanto en corazón como mente.