la casa no huele a (tantos) cigarrillos me miran las paredes sorprendidas y chismean a mis espaldas sobre tu ausencia. la casa está impregnada de sahumerios los muebles parecen más alargados y me sonríen con disimulo, equilibrados. ahora que sólo yo, que ya no vos, la casa está impecable, y así parece más de catálogo y menos de hogar.
Texto agregado el 20-05-2005, y leído por 132 visitantes. (0 votos)