Terapia intensiva para olvidarte.
Camino nuevamente los rincones oscuros de mi tristeza
Como una tormenta que se acerca a llevarse las ultimas hojas secas.
Como duele caminar en soledad
Como duele una despedida
Como duele que las hojas sean arrastradas por el agua y no puedan llegar al mar.
Me enamoré del rostro que dejas después de un beso mío.
Del rostro que dejas cuando cabalgas sin frenar los senderos del amor.
Me enamoré del rastro que dejan las hojas secas que la tormenta nunca se llevó.
Me enamoré de lo que tuve porque nada se quedó.
Ahora, tendré que olvidarte, simular que no importas, ponerte presente en todo lo que digo hago y pienso, para así no olvidarte, sino recordarte.
Ahora, soy un gran guerrero reducido por un alma que no sabia, derrotado por el manto de la noche oscura de este valle lánguido de espíritus muertos.
Me enamoré de la humedad y la suavidad de la tibieza en lo profundo de ti
Ahora veo en lo profundo de mis cosas tu recuerdo, en cada pintura, en cada canción, en cada función de la matinée.
Ahora como en el mejor film, no puedo seguir conquistando el imperio de tu dicha y de tu adoración.
Solo queda Frida para que pinte un mundo donde nos podamos volver a ver, porque mi hígado esta arruinado por el alcohol que destiló después de la embriaguez de tu amor.
Ahora, quiero olvidarte y no puedo, soy aquel gran guerrero puesto en pedestal imaginario que se pudre en la orilla de tu desamor, por eso solo puedo recordarte en mis canciones y mis cuentos, para que seas la protagonista de mis películas, para así, cuando por fin pueda olvidarte, me quede con lo que de verdad importa, la música, el cine y mis demás vicios.
|