Por fin arranco este día de mi calendario. Un fatídico 22 de Mayo de 2004 para la historia de un país. Una imposición monárquica a las libertades de un pueblo. La más aberrante payasada jamás exhibida en muchos años. Lágrimas derramadas, banderas que ondean, fusiles que se alzan al paso de la comitiva...monarquía de por vida, fanfarronada para la eternidad.
Por fin va llegando el 23 de Mayo de 2004. Un fatídico día como otro cualquiera, con hambre, pobreza, paro, extorsión, robos, asesinatos, xenofobia, torturas, guerras, poder, contaminación, globalización... y un largo etcétera imposible de colocar en las mesas de un banquete real. La carpa nupcial ocuparía demasiada extensión para albergar tanta diversidad de nobleza (popular) que nos sacude antes y después, parece que no durante, el acto monárquico de derroche, y sumisión a la que el pueblo está sometido.
Creo me iré a un pase de y emborracharme para olvidar el fantasmal día. No sé si tengo calderilla para pagar el convite, aunque la verdad, no necesito tanto dinero, todo el pueblo aporta su caridad.
©TINTIN
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