Habiendo dejado atrás las emergencias del infarto, ya en consulta externa de Cardiología, oyó de labios del médico el increíble presupuesto que involucraba la instalación de un marcapasos, medicamentos, quirófano, anestesia, cirujanos, equipos, los días-cama, etc; y sobre todo las no muy prometedoras expectativas a futuro junto con las innumerables limitaciones en la alimentación, actividades y posibilidades en general.
Con voz queda pidió permiso para salir. Se quedarían sus familiares, ellos podrían darle mejor razón.
Todos pensaron que iba al baño o algo así, pero no. Salió completamente del edificio y volteó a ambos lados de la banqueta infestada de puestos de comida.
Comenzó con tacos de suadero con mucho chile, quesadillas de tinga, dos garnachas de chicharrón y un agua de horchata para terminar con un surtido plato de frutas con chile piquín.
Cuando ya no hay remedio, ya no hay remedio" , se dijo entre mordida y mordida. Pero morirse de cólera siempre será más barato, y sobre todo más sabroso que morirse del corazón.