PARALELO
Y la respiración silbante
se entrecorta,
y un gemido sin origen
crece.
Una mano se crispa,
lenta, inexorable,
arrugando aún más
la sábana ajada,
húmeda y tibia...
De la boca entreabierta
escapa un ¡Ay!
que no empieza ni acaba,
que es a la vez:
Discreto y estentóreo...
El vientre se agita con angustia,
con violencia que expone:
Urgencia de llegar,
y ansia desesperante
de que aún no llegue...
Piernas,
brazos,
pecho,
-cuerpo-
se estremece y tiembla
se contrae,
se distiende,
como instrumento universal
interpretando una sinfonía que,
Dantesca en lo celestial
y demoníaco,
tiene de si misma la armonía
y al menos la mitad del ritmo...
Es una obra sin ensayos,
no es posible pensar en
reacomodos,
debe ser espontánea
-por que es representación única-
no se repite,
no se puede repetir;
es única,
definitoria,
¡ es un estado límite, no hay más !
El cuello gira,
gira y hace que los ojos
de pupilas dilatadas,
estrábicas,
se posen sobre ambos
horizontes,
deseando en realidad
ver hacia arriba...
Pero el cuello gira,
y la mano se crispa,
y el vientre se agita
y todo tiembla.
El desenlace viene, se
aproxima,
y ya no hay resistencia
capaz de detenerlo,
llega con ímpetu, arrollante
aniquilador, irrevocable...
Y un instante después,
cesan la angustia
y el esfuerzo,
superó el instinto a
la conciencia;
ahora reina la paz,
todo es sosiego,
el ciclo vital fue completado:
¿Agonía? ¿Orgasmo?
¿No es un poco lo mismo..?
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