Somos sentimientos volátiles, desaparecemos... como un turbulento sueño, y nos olvidan sin dar mas vueltas. Siento como me golpean día a día tus palabras, tus miradas, tus suspiros...
Vibran a lo alto de los horizontes astros resplandecientes que buscan una salida hacia la libertad... ¡creamos q la encontraran!.
No, yo no estoy dañada, no!, Tanto no he cambiado, puedo volver a amar, aún si sabes que las rosas lloran por verte volver ese día que todo cambio, y que una despedida se clavó en mi mente, de todos modos... supe q eras tú... Una letra se marco y se apoyo en la frialdad del piso, fue un río que recorrió mis labios, pasó caminando por mi mejilla y que nunca logró irse, se quedó aquí plasmado, y nos perdimos. Nuestras miradas no se volvieron a cruzar y nos dormimos en la soledad. Yo sé que todo quedó atrás, pero es difícil aceptar...
¿Sabes que una mirada puede cambiar los sentimientos? O nos damos cuenta que la vida gira y gira, que todo se está conduciendo al punto de partida, y que tu sonrisa se me está hiendo de los dedos. ¿Sabias que el cielo le grita a los astros por su infinita soledad? Que somos un par de cadáveres más en un abismo, que el alba nos llama pero no lo podemos escuchar.
Aquella mañana caminaron tres rosas por mi cuerpo, y a ninguna sentí pasar, acongojadas me dijeron "¡no te vallas!", pero aún es posible, yo sigo perdida en mi camino, ¿Está bien?... me dejarás dormir al amanecer entre la niebla.
¿Sabias que reflejamos los sentimos?, Que yo no podía esconder en una mirada que te odiaba, en una sonrisa que la boca no nos puede dejar.
Yo sé... estamos perdidas, las desapariciones, desesperaciones, ¡donde están! No lo puedo ver, aún no me despido de él... pero ya no podré hacerlo, puesto que se fue a sollozar en las olas de otra alma.
¡Ha!... Amiga a mí también me ocurrió, pero yo no puedo llorar, a mi no me lo permiten, ya no confío en ti, tú sabes bien a lo que me refiero. A mí ya no me permiten añorar verdades indiscretas que puedan quebrantar el ego universal.
¡No! Yo no sé, tenlo por seguro... que la vida se nos irá.
No es difícil escribir fragmentos de angustia mientras estás ausente, y aquí desde el más preciado rincón desde donde te escribo, para darte una razón... No es difícil ver cada noche como te vas preciada mirada que ilumina mi paciente cielo. No sabes cuanto he sufrido sin poder ver tu rostro dibujado en mis ojos, somos dos llamas que fluyen sin poder controlarse, como un timbre incesante en mi interior.
Que difícil se me hace divisar tu silueta entre las sombras de mi luz. Que difícil recordar tu sonrisa segando mi camino, sólo que pensaba... si alguna vez me quisiste de verdad...
Se ha vuelto desierto un mar de lágrimas que corrieron con el viento en busca de tu recuerdo... Que difícil se me hace... recordar cada día como te referías con la más pura esperanza que osaba a pronunciar mi nombre, que hoy yace como una flor marchita de tu vasto jardín.
Ya no sé explicar que es lo que siento... Que fácil se esfumó aquel sentimiento, aquella alegría que un tiempo embriagó mi sed y curó mis heridas... que ya hoy son como llagas... porque te has marchado.
Que sufrimiento me causa saber que admiras otra esencia, otra escultura que robó tu atención y te alejó de mi lado, robándome lo más preciado. Pensar que fui tuya.
Que difícil se me hace postergar tu olvido, y dejar caer así la lluvia sobre mí, que me baña y purifica, sacando esa sensación a ti.
No sabes... reconocer la verdad en tu cabeza y leer los sentimientos que explayan desde mi corazón, gritando por un auxilio de tus besos. Que difícil se me hace justificar tu olvido, reconocer que se terminó todo por lo que una vez luche, y sentir que la felicidad ahora se viste con otra piel. Ya no puedo usar más... ni sentir siquiera tu voz, para reflejar un poco de satisfacción en una sensación que dejaste destrozada en medio del vacío... olvidada, sin mas consuelo que una mirada, sin más resentimiento que un "adiós" eterno, que no dejo huellas ni pensamientos ausentes, que sólo tú sabes reconocer como lo más preciado que me queda...