Sólo sabía que estaba arrastrando algo, no se detenía a mirar hacia atrás, no le importaba, no le preocupaba, porque no era un peso para él, no era nada mas que una molestia el no saber porque estaba arrastrando algo que no sabía si era suyo, sólo debía estar concentrado en el camino, demasiado angosto como para no prestarle atención, un solo descuido y perecería. No se veía el fondo, pero todavía se podían escuchar los gritos de los que cayeron antes que él, por lo que supuso que sería un largo camino antes de llegar al final del precipicio. El sendero no medía mas de cincuenta centímetros de ancho, y ahora que se había acordado, estaba arrastrando un objeto, y cada vez que se acordaba de él, se hacía más pesado y más deseos de mirarlo se le venian a la cabeza. ¿Cómo algo normal se vuelve cada vez mas pesado?, en un descuido, por estar pensando en lo que llevaba resbaló, y no pudo evitar sostenerse de lo que estaba arrastrando, no alcanzó a verlo completamente, pero para poder salvar su vida se sostuvo de él, sabía que no tenía que mirarlo, algo en su interior se lo impedía, pero su descubrimineto lo sobrecogió, ya que para salvarse tuvo que sostenerse de un pie que sobresalía del camino, quedó horrorizado, pero si se soltaba del pie caería, por quién sabe cuanto tiempo. No, no era una opción, caer no era un destino posible, logró sostenerse, y a duras penas pudo subir sin mirar más que el pie, tenía la seguridad de que si miraba algo más de ese cuerpo su existencia ya no sería la misma. Después de un rato, ya no pensaba en el cuerpo, y poco a poco veía como su objetivo se iba acercando a él, sabía que la había visto en alguna parte, pero aún asi no dejó de impresionarle su hermosura, nunca vió colores tan vivos, nunca vió a tantos como el dirigiéndose al mismo lugar, luego pensó que todo el camino había estado mirando el suelo, preocupado de no caerse, preocupado de no mirar su carga y no había reparado en los cientos de seres como él que llevaban a rastras un cuerpo, no logró distinguir quienes eran, ni la cercania que tenían con él, tampoco vió la semejanza que había entre los cuerpos, entre quién los llevaba y el que era arrastrado.
Se detuvo.Y sin avanzar ya por el camino, sólo observaba a los que pasaban muy lejos de él, por caminos parecidos a los de él y con cargas similares a la de él, y concentrado en esos extraños entes vió como uno de ellos se lanzaba al vacío abrazando su carga y gritando, pero lo mas extraño, riéndose.
Pensó que eran raros. No comprendía como saltaban a una muerte segura sin pensarlo, sin dudarlo. Ya estaba llegando a su destino final, había caminado todo el trayecto que lo separaba de la Tierra, cada vez que la veía la encontraba más hermosa, veía sus colores y los amaba, sólo restaba un poco más para llegar a ella y entrar en ese mundo, pero se detuvo frente a la entrada, lucía como un gran cristal, cristal líquido por el cual atravezar, y se detuvo un instante antes de cruzar por él y llegar a la tierra. Vio reflejado en el cristal el pié que lo salvó de caer en el vacío y sintió mas deseos que nunca de mirarlo, mirar esa carga que había llevado todo el camino, y no resistió más, se volteó a mirar el cuerpo, no soportó el peso de llevar la carga y no mirarla, su sorpresa no se hizo esperar, lo que vió lo dejó sin palabras y pensamientos, se vió arrastrando su propio cuerpo hacia la entada de la tierra, y como si nada de lo que ubiese visto lo perturbara, lo comprendió todo, su vida pasada, sus amigos llorando en su funeral, su esposa y sus hijos, a los que todavía amaba, recordó su vida anterior y sus acciones, lo que hizo bien y mal, se vió en el suelo del sendero, indefenso y sin vida, recordo a los que antes que el se habian lanzado al vacío, vió a quienes caminaban en los otros senderos y reconoció a algunos, y entendió que esos gritos no eran de miedo, sino de felicidad, dejándose llevar por ellos, se lanzó al vacío e imitando a los que antes se lanzaron, gritaba. Puso toda su alegria en el grito, para ver si otros como él escapaban del vil destino que tendrian en la tierra, estaba feliz ya que ahora recordaba todas sus vidas, todas las veces que tuvo que recorrer ese camino antes de despertar, y ahora que estaba despierto estaba feliz, ya no cargaba cuerpo. |