SE BUSCA A UNA MUJER
Una mujer construida
con óvalos,
que al caminar
sentarse o estar dormida,
exprese sin hablar
que es bella...
Una mujer de seno breve,
con curvas y volúmenes
que se entrecrucen y no tengan
solución de continuidad...
Con cintura y caderas
que sin explotar, expliquen
que no falta - ni sobra -
un sólo plano,
curva o referencia
sin justificación plena,
no importa desde dónde se vea,
con qué luz
o en qué tiniebla...
Los ojos grandes,
separados,
con profundidad de abismo,
magnéticos, que inviten a
dejarse ir, a hundirse,
a no pensar...
Su voz,
cuyas palabras no se entiendan
sólo se escuchen armonías,
de colores vivos, impostados,
que con poder de imán
atraigan y sujeten
voluntad, decisión o
lo que sea...
Sus manos sí,
sus manos,
con dedos suaves y flexibles,
con movimiento propio
sin proyecto,
que brillen,
que brillen y esbocen sin motivo
cualquier cosa
que se convierta en sueño,
o en melodía,
que borre el ruido
que cambie el tiempo...
Su pelo
tiene que ser de color indefinible,
con matices de aurora,
reflejos, caída y movimiento
que configuren un patrón
muy singular,
que en cualquier instante congelado
parezca estar moviéndose
muy quedo,
como invitando a ir más allá...
Quizá pudiera seguir
definiendo otros momentos,
otras armonías
otros conceptos,
pero algo me importa más:
-Me importa amar a esa mujer-
mujer sueño,
mujer tempestad,
mujer sosiego,
ideal del querer:
Querer sentir,
oler,
acariciar,
no atreverse a tocar,
y poseer furiosamente
con instinto animal,
elemental...
A una mujer así
me comprometo a amar,
por toda la infinita duración
de un solo instante,
un instante que dure todo
el tiempo;
o que no dure nada,
que no exista,
y que en su no existir deje
un recuerdo,
que me hable de pasado
y de futuro,
y me dé una razón
para ser y estar...
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