El olor le repudiaba, era ese inconfundible olor a margaritas viejas que es característico de todos los cementerios, adornado con un frío terrible y un pronóstico infalible de una torrencial lluvia. Aun no comprendía porque estaba allí, sin embargo su bufanda tocaba el piso como queriéndolo enterrar allí junto a lo que un día fue su padre, tal vez los gusanos no habían dejado nada, tal vez solo era carroña y podredumbre, pero desde que había partido su vida nunca había sido la misma.
No comprendía ni ahora ni nunca, el porque ese maldito vicio que tiene la vida de dejar caer todos los males al mismo tiempo y de un solo trancazo, “maldita sea!!! Puta vida!!!” como si no fuera poco haber perdido las dos manos ese mismo mes se había ido su viejo para aquel lugar de donde no se vuelve y donde solo los mantiene cerca el recuerdo, y El ya casi no lo recordaba!!
Miles de vagas imágenes recorrían su mente, pero todas hacían parte de un colash de recuerdos que olían a polvo y que se adherían al álbum de su mente sin ninguna coherencia ni orden cronológico, estaba dando su máximo esfuerzo trataba de recordar que era lo que lo hacía estar allí cada puto año, en el mismo aniversario y como cumpliendo una cita de vital importancia, aun 10 años después de que había dejado de existir lo que quiera que estuviera 3 metros bajo tierra y bajo su bufanda!!
Un poco de calma , el mismo frío y la tarde mas despejada , el pronostico infalible había fallado, miró hacia el cielo y no se extrañó “después de todo el clima de Medellín es el mas raro del mundo” pensó, observó como gritaban dos alcaravanes con sus ojos pintados de rojos y sus copetes bien tirados para atrás, “para ser un sitio con tanto olor a muerte es muy tranquilo” pensó nuevamente, clavó su mirada en el cielo gris y como quien salta de su cama después de un sueño intranquilo se dio cuenta de lo que se negaba a ver…
Todos los vagos recuerdos, esas pequeñas y ultra fugaces imágenes que tenía de lo que fue su padre, eran momentos instantáneos de felicidad, recordaba el parque donde jugaban luego, saltaba a la piscina donde sus brazos robustos evitaron que tragara hasta la ultima gota de agua, luego recordaba su estomago inflado y peludo donde con la boca le solía sacar extraños ruidos… y si todo era felicidad porque carajos había partido cuando mas lo necesitaba??? Porque no estuvo el resto de sus días para prestarle las robustas manos que a partir de ese momento había perdido??? Porque no había un diminuto vestigio de algún recuerdo triste???
Habían ya transcurrido 10 años desde ese momento y todavía no lo perdonaba, todavía se preguntaba que le había restado fuerzas para seguir acompañándolo. Se fueron desvaneciendo los pequeños momentos fugaces y de repente despertó en el quirófano, lo primero que vio fue a su madre llorando desesperadamente parada en una gran ventana y también vió la penúltima imagen de su padre, que lo miró con los ojos mas opacos que jamás había visto, giró y se marcho por un pasillo que no alcanzaba a divisar, era la única imagen que tenía en la cual aquel pequeño niño no estaba sonriendo con su padre.
Recordó justamente cuando en ese instante alzó lo que antes eran sus manitos gorditas y coloradas y solo alcanzó a ver dos miembros cortos envueltos en metros de vendas. El susto apenas era un poco mas terrible que el dolor y esa imagen era el comienzo, de todo el sufrimiento que a sus quince años no soportaba más...
Un segundo momento de calma, venía justo en el mejor momento, antes de que su cabeza cayera fundida abatida por el terrible esfuerzo que hacía al intentar recordar, sabía que la verdadera proeza de la mente era precisamente olvidar!!! Por que recordar siempre es mas fácil, pero olvidar lo que se lleva disuelto en la sangre es imposible, sintió comezón en el extremo de su amputada extremidad y con desdén se le salió una sonrisa tan fingida que parecía el mas locuaz lamento “malparido reflejo fantasma” después de diez años de no tener manos, se asombraba de sentir como en ocasiones se le encalambraba la mano o le picaba un dedo, “malparido reflejo fantasma” volvió a susurrar!!!
Eran ya como las seis de la tarde, la noche empezaba a caer, el pronostico del torrencial aguacero volvía a parecer infalible y esta vez con enormes gotas que empezaban a caer esporádicamente espantando a los alcaravanes y tórtolas, recogió su bufanda para que no tocará más ese suelo como queriendo decirle a los gusanos que no!! Que todavía no tocarían su piel “aunque su alma hace rato estaba muerta” y con un último suspiro “susurró maldita sea porque te fuiste” y arrodillado del todo finalmente posó su frente sobre la fría tierra y preparándose para marcharse se le heló la sangre al ser escuchadas sus suplicas….
… y como dos latigazos de truenos le llegaron a su mente, penetrando como unas pequeñas pero poderosas balas en su cabeza, los dos últimos recuerdos que le desenmarañaron su vida y le aclararon el colash de recuerdos…..
Tenía 5 años y era un niño como muchos feliz, corrió a su pieza sacó la caja azul debajo de la cama donde sabía que tenía muchos crayones, pero por alguna razón no los encontró, tampoco había rastro de algún lapicero o lápiz, caminó por la sala y vio lo mas parecido al objeto que buscaba pero tenía la punta metálica, era un destornillador y pronto se dio cuenta que no pintaba en papel, tampoco pintaba en cartón y en la pared hacía unos trazos tan pequeños que levemente se notaban sus dibujos.
Después de mucho experimentar encontró la superficie perfecta donde su lápiz de metal escribía perfectamente y logró hacer después de mucho esfuerzo el dibujo más grande y bonito que jamás había hecho, una obra magna de un Miguel Ángel renovado, por desgracia para el joven artista y para sus talentosas manitas, el padre ese que ahora estaba mas lejos que nunca, no estuvo muy de acuerdo en que el lienzo para esta obra magna fuera el carro blanco que había recién acabado de pagar, y ante la mirada atónita de la madre y la ignorancia de su pequeño hijo le arrebató el crayón de metal y con ese mismo le propinó la golpiza mas grande que jamás hubiera recibido cualquier pequeño de esa edad.
Los golpes fueron certeros y el recuerdo que seguía a este era el precisamente el quirófano, el horrible olor a hospital y su madre parada en la ventana y el mismo tipo de mirada opaca alejándose nuevamente, esto era la proeza mas grande que había hecho su mente!! Olvidar aquel suceso nefasto que ahora le llegaba nuevamente como una pesadilla, afirmándole nuevamente que los sucesos que marcan el espíritu la mente nunca los olvida , y de inmediato comprendió el porque de la ausencia de su padre, el porque de la derrota, el porque de su partida y es que su padre, ahora como le sucedía a Él no soportaba la magnifica y despiadada crueldad que tienen los niños en su verdadera inocencia….
Era la hora de visita, la madre entró sola por alguna razón parecía enojada con papá, le regaló dulces y lo consintió por un rato sin modular ni una palabra, ella salió y de pronto se acerco el hombre de la mirada opaca, estuvo de Pie unos segundos y rompió en llanto!! Y fue en ese preciso momento cuando del niño salieron las últimas palabras que le pudo decir a su padre antes de que el decidiera quitarse la vida…..
….”Papi no llores!!! Que yo te juro que cuando me crezcan las manitas yo no te vuelvo a rayar el carro”
Y Fue allí donde bajo un torrencial aguacero y los ojos repletos de lágrimas, comprendió que el único recuerdo malo de su padre, ese único recuerdo que ahora lo tenía sin manos, ese que al no poder borrar de su mente ni sacar de su sangre, lo había enterrado con ÉL, para que se lo comieran los gusanos.
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