“Tienes dos caminos” me dijo alguien una vez, “Sólo tienes que saber decidir. Los dos son largos, difíciles y complicados. Pero uno es insulso y pueril y el otro es salado, como el sabor de mis lagrimas, las que no dejan de brotar de mis ojos, y sirven quizás para humedecer la resequedad de mi piel marchita ya de tanto sonreír sin sentir, por que prefiero llorar amando que reír sin razón.
El camino que elegí, es hermoso, y esta lleno de rosas, un paraíso multicolor, las espinas dañan mis pies descalzos, sin embargo el perfume floral anestesia mi dolor.
Pensar en el dulce olor de tu barba también, en la suavidad de tus cabellos, el brillo color miel de tus ojos, y la sinceridad de tu sonrisa. Yo te invito, camina conmigo mi gran amor, entrelacemos nuestras manos y lleguemos juntos al final del espinado sendero, no te vas a arrepentir , al final del camino el arco iris de la ilusión nos da la bienvenida y en el rosado cielo las nubes dibujan nuestros nombres.
Las hadas nos hicieron una casita - una de ellas me lo contó- es pequeña pero segura y no temas de la oscuridad, para el día le pidieron al sol que les regale un rayito- el, tan amable como siempre lo hizo- y para la noche hicieron una lamparita con un grupo de estrellas de refulgente resplandor, reunirlas fue un trabajo duro, volaron alto, muy alto, pero valió la pena.
También me contó que entre los árboles de donde cuelgan las más jugosas frutas se encuentra un manantial de donde brota agua cristalina, la más pura que nadie vio jamás. Las mariposas son las encargadas de cuidarlo para nosotros. Cuando quieras dormir descansaras en mis brazos y mi respiración te arrullara. Soñaras con la realidad, un sueño eterno de amor y felicidad sin espinas en el camino. Y te despertara el sabor salado de mis lágrimas. Lagrimas de felicidad. Por que prefiero llorar amando que reír sin razón. ¿Que dices? ¿Vienes conmigo?
|