Inicio / Cuenteros Locales / la_columna / ¿Autodepender o colgarse de los otros? (de la columna de los lunes de Carloel22) por Neus_de_Juan
Leo a Bucay (1), con su simpleza, su conocimiento, su postura abarcativa, su practicidad, y otros “sus” que no agrego para no descontar palabras…
Me atrapó su libro: “El Camino de la Autodependencia”, y el análisis que hace de la capacidad del individuo de “auto depender”, depender de si mismo, tomar sus propias decisiones, crecer desde dentro, descubrir sus potencialidades, forjar sus aptitudes desde la certeza de que posee en si mismo los instrumentos necesarios para afrontar la vida con discernimiento, echando mano a cierta dosis de prudencia y de intuición.
Bucay camina desde la DEPENDENCIA pasando por la CO-DEPENDENCIA, la INTER-DEPENDENCIA y la IN-DEPENDENCIA, y se queda en la última estación la AUTO-DEPENDENCIA, que él define como “dejar de colgarse del cuello de los otros”.
Reconocerse a uno mismo con sus talentos, responsabilizarse de los actos, y recurrir a los demás cuando sea necesario, pero sin esperar que otros se ocupen como una obligación o un compromiso.
Aborda también la educación a los hijos desde esta postura, preparándolos para ser dueños de sí mismos sin crearles esa atadura que vemos a diario, esa larga adolescencia casi enfermiza, con los reclamos lógicos que conlleva esta situación hacia los progenitores cuando los jóvenes (a veces no tan jóvenes) exigen más, abusan, acostumbrados a recibir más que a dar, acrecentado por sus incapacidades para valerse por sí mismos.
Capacitar, he ahí la cuestión. Capacitar para elegir, para decir no, para comprender, para dar pasos adelante, para aceptar desafíos, para no tener miedos, para aceptarse, para conocerse, para equivocarse y aprender y reintentar.
Bucay asombra cuando defiende al egoísmo, lo antepone al amor a los demás y dice que “ el amor a los otros se genera y se nutre, empieza por el amor a uno mismo”…
Ayer me escribía al respecto un amigo cuentero de esta página:
“¡Que fácil sería si mi vida empezara y terminara en la planta del pie como la de muchas personas! Pero no es así, la mía empieza en la planta de los pies y termina en mi cabeza.
Gracias al psicoanálisis me he aceptado. Y no sólo me he aceptado, sino que estoy empezando a enamorarme de mí. Veo ciertas señales inequívocas, me envío flores, me llamo por teléfono a cada rato, me he comprado un anillo de compromiso. Está claro que quiero formalizar mis relaciones conmigo mismo. El único amor que dura para toda la vida es el amor propio.”
Primero me conozco, propone Bucay, me doy a mi mismo, me mimo, me cuido, “y ahí descubro que puedo dar o no dar… y conquisto la autodependencia… y me encuentro con los otros no para mendigarles la aprobación sino para recorrer juntos algún trecho del camino…. Y descubro el amor con él y el placer de compartir.”
Cuando el hombre deja sin utilizar sus capacidades es un instrumento al que le faltan cuerdas. Cuando las emplea mal es un instrumento desafinado. Por ello, la vida apela a la conciencia del ser y al ejercicio de todas sus facultades, intelectuales y espirituales.
Concebir esta potencialidad, es empezar a realizarse de acuerdo con su naturaleza superior y ello implica la responsabilidad de perfeccionarse constantemente. Al tomar conciencia de sus debilidades y de sus fortalezas, irá lentamente descubriendo el sentido trascendente de su vida y no estará tan sujeto a luchas superficiales, sino que se elevará por sobre las banalidades poniendo énfasis en lo trascendente.
Nieves Granero Sánchez
Valencia, 15 de mayo de 2005
(1) Jorge Bucay - El Camino de la autodependencia - Grupo Editorial Random House Mondadori S:L:
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Texto agregado el 16-05-2005, y leído por 722
visitantes. (13 votos)
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Lectores Opinan |
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18-05-2005 |
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La única manera de conseguir que nuestros hijos adopten una postura en la vida que les lleve a ser felices -bajo mi punto de vista- es consiguiendo una confianza en sí mismos que nada tiene que ver con la vanidad o la superioridad. Estoy de acuerdo contigo... es necesario saber lo que vales, ser consciente de verdad para saber qué mereces y qué no.... ultimamente este tema me viene mucho a la mente cuando oigo tantas noticias sobre los malos tratos de género... quizá parte de la culpa que nadie ve, está en que nadie enseñó a esa víctima todo lo que vale.... y acepta, acepta y acepta... hasta que es demasiado tarde....
Tantos y tantos matices hay para escribir sobre este tema... Elegiste muy bien, Nieves, y como siempre, lo hiciste de maravilla. Un besazo. anapolar |
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18-05-2005 |
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Ellos: Capacitarlos, sí. "Educarlos", al fin y al cabo. Qué sencillo, qué complicado. Intentar que busquen, por sí solos, más la pregunta (inteligente, si puede ser) que la respuesta: no existe una sola respuesta válida a una buena pregunta.
Nosotros: Propugnaría... más que obtener un elevado grado de auto-estima, intentar interiorizar algo que una persona (en realidad, una "escuela" de pensamiento) expresó hace ya siglos: "conócete a ti mismo". Y yo añadiría: e intenta superarte, y sentirte, día a día, más satisfecho contigo mismo.
Gracias Nieves, por ayudarnos a reflexionar sobre las cosas que de verdad importan.
Un beso,
Joaquín akim |
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17-05-2005 |
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tE FELICITO POR LA ELECCION DEL TEMA Y LA MANERA DE DESARROLLARLO. Ninive |
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17-05-2005 |
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no he leido a Bucay pero no creo que sea requisito pa decirte que prefiero las vidas que coren en paralelo y en horizontal, no me gustan las verticalidades en donde se crean largas filas que el unico fin que tienen es hacernos sentir como monos, unos colgados de otros. Cada uno tiene lápiz y papel para trazar la vida, también para diseñar las vías, rápidas o lentas todo depende de quién teng a que interpretarlas. Y eso del egoismo, no sé son puntos que no deberían ser excluyentes, pero si tu texto me hace desbancar rotundamente el mito de la mejilla, ese de poner la mejilla. Besos estelares anemona |
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17-05-2005 |
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Coincido con juanrojo en lo de que "te pasas intentándolo toda la vida". Lo verdaderamente difícil es establecer el límite, esa delicada frontera entre amar a alguien y necesitar de alguien, para que no suceda que el amor lleve al abuso. Sucede entre padres e hijos, en la relación de pareja, pero también en otros ámbitos de la vida.Como también es difícil delimitar la frontera en el otro lado: que la independencia no nos lleve al aislamiento. Buena reflexión. luna-lunera |
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