Tú, el ignorante fatalmente culto, El que nada conoce y nada sabe, El tonto al cubo, el sopita de ave, El único atorrante, casi bulto. Media nariz para una testa cana. Orejas de elefante y enrulado. Por anticipo, leso más quemado No se ha visto en todita la semana. Pides perdón a los cultos de veras. A los doctores de la verdad pura. A los que creen haber visto a Dios. No le pidáis uvas a las peras. Nuestra vida es una gran travesura. Decimos hola y decimos adiós. * Patricio Armando SANCHEZ. (Chile, 1959). Reside en Francia.
Texto agregado el 14-05-2005, y leído por 121 visitantes. (1 voto)