".. Hazte un arca de maderas resinosas.
Haces un arca de cañizo y la
calafatearás por dentro y por
fuera con betún. Así es como
la harás; su anchura cincuenta
codos; y su altura treinta codos.
Haces al arca una cubierta por
encima, pones la puerta del arca
en su costado, y haces el primer
piso, un segundo y un tercero..."
JAVHÉH DIOS
Noé siguió todas las instrucciones como las pudo entender. Calafateó resquicios y hendiduras de acuerdo a lo indicado. Ayudado por sus hijos y las mujeres de sus hijos, seleccionó un macho y una hembra de cada clase de animal que tuvo a su alcance. Hizo entrar a su familia, cerró la puerta, de alguna manera dio pienso y acomodo a toda clase de bestias, se armó de paciencia y se sentó a esperar lo que viniera...
Y he aquí que la tierra comenzó a calentarse, y los hielos eternos de los polos y de las montañas se empezaron a convertir en agua, y los ríos crecieron; y la mar elevó su nivel. Pero el fuego del sol se hizo más grande, y las aguas se evaporaron y formaron nubes inmensas que se juntaron y cubrieron toda la faz de la tierra. Y las nubes se tornaron negras y amenazadoras. El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, el día diecisiete del mes. En ese día saltaron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo se abrieron, y estuvo descargando la lluvia sobre la Tierra cuarenta días y cuarenta noches...
Y las aguas cubrieron la cima de las más altas montañas, y así Jahvéh destruyó a todos los hombres impíos y a todos animales sobre la faz de la Tierra; salvo los que habitaban las aguas, y por algún inextricable designio suyo, éstos, al verse favorecidos, se ayuntaron y multiplicaron y se dispersaron por todas las direcciones de la Tierra... y alguno de los más grandes, se acercaron al arca y la rozaron con sus pieles escamosas. Y otros, los más audaces y hambrientos chocaron frontalmente con la puerta al costado del arca, que por otro designio aún más insondable... se abría hacia adentro.
Y Noé y su mujer, y sus hijos, y las mujeres de sus hijos trabaron la puerta y la defendieron más de ciento cincuenta días. Y luego Dios se acordó de Noé e hizo pasar un viento sobre la Tierra y las aguas decrecieron. Y fue una gran merced porque la puerta estaba ya a punto de ceder. Y cedió, y la mayoría de los animales alojados en el arca salieron y se salvaron por que sabían nadar. Y los que no fueron engullidos, se posaron en las tierras recién descubiertas y se ayuntaron y se multiplicaron sin fin repoblando la tierra..." Noé y su descendencia inmediata, junto con los animales puros e impuros que no podían nadar, se aferraron a lo que quedaba del arca hasta que, en medio de una gran tormenta y ya muy cerca de la costa, se vieron obligados a abandonarla y a alcanzar tierra firme como pudieron... el arca, abandonada a su suerte, pronto se vio inundada toda por dentro y se fue a pique, se hundió muy lentamente pero con gran seguridad.
Y los peces del mar que fueron testigos de su último y vertical viaje, se acercaron curiosos más no hallaron nada, sólo burbujas, crujidos y rumores que parecían querer llegar al cielo...
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