nosotros los hombres varones padecemos verdaderos cambios de identidad (algo mas que siclotimia) cuando finalisamos nuestros orgasmos, dejamos por un momento, de algunos minutos muchas veces fatales, de ser quienes eramos.
en un segundo abandonamos la etica y nos alzamos con una moral totalmente distinta, porque de alguna manera asumimos otra identidad, pareciera. es un estado de sobrecojimiento, de rechazo. en esa porcion de tiempo a personal, muchas veces se infiltra una moral generalizada, que nos dicta sus principios y nos retrotrae a una omnipotencia aguda y puritana.
sentimos que somos el todo en silencio, y en estado de pureza. un absolutismo se hace presente en nuestra identidad y rechasa lo que no obedese a estos nuevos principios que nos determinan.
la mujer que acompaña estos ciclos menopausicos(que varian de acuerdo a la cantidad de) sufre porque se ve juzgada en su acciones que la vieron liberada. son como descubiertas por un enemigo oculto que se expresa celoso mas luego de hacer el amor (lugar de gestacion de esta analizable personalidad, que luego se traslada a la vida conjugal) con una balanza injusta que con forma de flecha se clava en el corazon de nuestra queridas mujeres.
de la mujer se muy poco, ignoro, sacando ese momento critico del que hablabamos, no me puedo despegar nunca de ellas, nunca, en esa carencia de tiempo y de lugar, que no se escucha como el silencio.
un saludo para ustedes.